Desde 2016, Guido Herrera se adueño del arco de Talleres. Con picos de rendimiento, un nivel parejo y sentido de pertenencia, lo que lo llevó a ser capitán y uno de los preferidos del público Albiazul. En la goleada contra Atlético Tucumán para ser punteros en la Copa de a la Liga festejó por partida doble, por el homenaje en la previa.
Es que se convirtió en el arquero de Talleres con más presencias en el historial, y le entregaron una camiseta con el 265 en el dorsal, las veces que defendió el arco Albiazul. “Uno no está tan pendiente de la estadística, pero los 265 partidos son un orgullo. Es lindo quedar en la historia de Talleres: este club es mi casa y estoy muy identificado”, aseguró el riocuartense.
“Nos debíamos un partido así. Por momentos sufrimos, pero el equipo lo sacó adelante. Necesitábamos el triunfo para ratificar lo que habíamos hecho la fecha pasada y para volver a ganar de local”, añadió el arquero Matador, por la segunda victoria consecutiva y alcanzar la cima de la Zona A, compartida.
EN EL OTRO ARCO, EL HAT-TRICK DE GIROTTI PARA TALLERES
“Estoy muy feliz, es mi primer triplete y algo muy lindo para un delantero hacer tres goles”, reflejó Federico Girotti sobre su actuación contra los tucumanos. Convirtió el primero y el cuarto, y el segundo fue en complicidad con el arquero José Devecchi (gol en contra), pero el árbitro Silvio Trucco se lo otorgó al delantero.
“Habíamos tenido varios partidos con resultados injustos, donde habíamos merecido más y no se nos había dado”, agregó el Tanque, quien con cinco tantos es el goleador Albiazul en esta copa, seguido por el paraguayo Sosa con cuatro anotaciones.