Denuncian hostigamiento y amenazas contra una joven de Córdoba: “No veo la hora de irme de mi casa”

A pesar de la custodia policial, la familia es víctima de violencia constante. El relato de la madre y los mensajes de las agresoras.

Denuncian hostigamiento y amenazas contra una joven de Córdoba: “No veo la hora de irme de mi casa”
Un entredicho en el colegio escaló a la agresión de una familia completa en barrio Héroes de Malvinas. (Imagen Ilustrativa: Nicolás Bravo)

Una disputa en un colegio de Córdoba provocó la agresión contra una adolescente del instituto. Sin embargo, la violencia trascendió el ámbito escolar. Ahora, la familia denuncia constantes ataques contra la vivienda, amenaza e incluso, golpes contra parientes.

Todo ocurre en barrio Héroes de Malvinas. En el sector, está la vivienda de la adolescente amenazada que, según el relató de la mamá, ha sido apedreada en varias oportunidades. Incluso, con custodia policial de por medio, la familia es agredida.

En diálogo con El Show del Lagarto, la mujer relató que están esperando para mudarse. Si bien la casa donde viven es de ellas, se irán del barrio para evitar un mal mayor. “Tengo que salir mirando para todos lados. Salgo a comprar a primera hora por miedo a cruzarlas”, expresó la mujer.

Dos meses bajo amenazas y agresiones

Según explicó, las agresiones comenzaron en el mes de agosto en la escuela. Después, pasaron a ser amenazas a través de Whatsapp. Finalmente, la violencia se extendió a toda la familia e incluso, las acusadas golpearon a una tía de la adolescente.

Uno de los chat de las agresoras contra la adolescente de 15 años.
Uno de los chat de las agresoras contra la adolescente de 15 años.

“Mi hija está encerrada con llave las 24 horas”, lamentó la mujer y agregó que la adolescente de 15 años quedó libre en el colegio ya que no puede ir a la institución ante la falta de protección en el lugar.

“No veo la hora de irme de mi casa”, sentenció. La familia ya ha realizado denuncias ante la Justicia, se dirigió al Polo de la Mujer y cuentan con custodia policial, pero aún así las agresiones no frenan.