La Justicia determinó este viernes condenar a prisión perpetua a los dos policías acusados de disparar y matar a Valentino Blas Correas, el caso de gatillo fácil que conmovió a Córdoba. Los responsables de balear el auto en el que se trasladaba la víctima junto a sus amigos por el centro de la ciudad en agosto de 2020, recibieron la pena máxima por el delito de “homicidio calificado”.
La pena unánime de los jurados populares recayó sobre los cabos primero Lucas Gómez y Javier Alarcón, a quienes también le atribuyeron la tentativa de homicidio calificado de los cuatro amigos que iban junto al adolescente de 17 años asesinado.
Tras la condena, Blas Fernando Correa, padre del joven asesinado, expresó: “la Justicia le pidió un cambio al Gobierno”. Y reclamó que se investigue si hubo responsabilidad de funcionarios del poder Ejecutivo de la provincia.
El padre de Blas también expresó que el veredicto final le trajo “un poco más de tranquilidad”, según comento en diálogo con El Doce. “Fueron siete meses viviendo en este recinto, con los asesinos de mi hijo en frente, no fue fácil”, recalcó.
EL PEDIDO POR UN SEGUNDO JUICIO
Previo a la lectura de las condenas, Fernando Correas había manifestado que quieren avanzar con un “segundo juicio, porque aquí no están sentados todos los que deben dar respuesta sobre el asesinato de mi Blasito”.
“Faltan los que los dejaron morir, no le prestaron auxilio”, clamó, para después asegurar que “la lucha continúa”.