Este domingo se cumplen 53 años del histórico Cordobazo, la protesta liderada por Agustín Tosco (Luz y Fuerza), Elpidio Torres (Smata) y Atilio López (UTA) que tuvo consecuencias a nivel nacional. En este marco, se vuelve a presentar “Cordobazo musical” con cuatro canciones dedicadas a esta gesta y a cada uno de los protagonistas de la misma.
Estas piezas musicales están interpretadas por la cantante Alex Macía y los guitarristas Horacio Burgos y Cacho Piña. Los temas narran lo ocurrido ese 29 de mayo, además de las particularidades de cada uno de los líderes. El tema sobre Agustín Tosco, la letra pertenece a Horacio Guaraní.
Desde Vía Córdoba vamos a presentar cada una de estas historias y contar quién fue cada uno de los líderes de esta gesta, contado en primera persona. Los textos fueron recopilados y escritos por el propio Cacho Piña junto a Ilda Bustos. Cacho es un reconocido artista cordobés, cantor, compositor y letrista. Además, ambos forman parte de la CGT Regional Córdoba, protagonista del Cordobazo.
“Cordobazo musical” ya fue presentada, en 2019, en varias ciudades como Moscú, Berlín, París, Amsterdan y Valencia y fue distinguida por el Festival de Teatro, por el Concejo Deliberante y la Legislatura Unicameral de Córdoba y por el Congreso de la Nación.
Quién fue Atilio López, la historia contada en primera persona
Soy Hipólito Atilio López y nací un poco antes que derrocaran al presidente Hipólito Yrigoyen, un 9 de agosto de 1929. Mi familia lo homenajeó con mi primer nombre, aunque después pasé a ser el Negro Atilio: hijo de don Pedro Luis -sastre en la Cárcel de Encausados- y de Elvira Sánchez, una ama de casa de familia de clase media. Fui a la Escuela Olmos, orgullo de la educación pública que -irónicamente- un gobierno radical transformó en centro comercial. Quise ser corredor y llegué a ser campeón argentino.
Pero mi sueño era la Justicia Social para los trabajadores. Empecé trabajando en la fábrica de galletitas “La Campana” de donde me despidieron “sin causa”, a causa de defender a los compañeros de trabajo. A los 21 años ingresé a la CATA, la corporación estatal del transporte urbano” y mis compañeros me otorgaron el primer honor: ser elegido delegado. Por eso después me gradué en la Escuela Sindical de la CGT, allá por 1952.
Admiré la obra peronista, y en especial a Evita -por la que viví el inmenso dolor de su partida-, y estuve convencido de que el peronismo es la expresión de los sectores obreros. El golpe del 55 me encontró en la lucha y el compromiso. Y a pesar de la represión y los fusilamientos, en 1957 pudimos reorganizar la CGT Regional Córdoba de la que designado como secretario general. No faltaron los paros y las movilizaciones.