Con una pincelada, la habilitación a Juan Ramírez que terminó en el penal de César Rigamonti, abrió el camino para el triunfo en el clásico, a puro talento.
Desde su llegada a Talleres como un refuerzo apetecible, Gonzalo Maroni apareció en cuentagotas y lo sabe.
"Estoy bastante lejos de lo que podría dar", asumió el enganche surgido en Instituto, que lleva la 10 de Talleres.
"Siempre intento mejorar en cada partido", añadió. Escuchá.