En los últimos 10 días, seis policías quedaron implicados en casos de abuso sexual, encubrimiento, uso de arma de fuego y robo.
A fines de enero el ministro de Gobierno y Seguridad, Juan Carlos Massei, anunció la creación de un ente de control del accionar policial, suscitado por la ola de hechos delictivos que tenían como protagonistas a efectivos de la fuerza policial de la Provincia.
El anuncio fue recibido con sorpresa por el Tribunal de Conducta Policial, pero la realidad es que entramos al segundo mes de 2017 y la perspectiva sigue siendo desalentadora.
Dos policías quedaron imputados por lesiones graves por abuso de la función policial y uso de arma de fuego, al balear a una camioneta y herir a un joven.
El viernes quedó detenido un policía por abuso sexual en Carlos Paz, en el interior del boliche Molino Rojo. Y luego apareció un policía en barrio El Quebracho que habría obligado a un familiar a roba.
En medio del escándalo y la búsqueda del violador serial de La Calera, quedó implicado un cabo, sospechado de encubrir al presunto delincuente.
Ayer otro hecho sacudió a la Policía: un agente quedó detenido por sus pares, acusado de robar un bolso a un conductor que lo levantó cuando hacía “dedo”. Sucedió en Colonia Caroya, cuando el automovilista notó el faltante y lo denunció.
Al policía se le incautó un bolso con 4.200 pesos y documentos oficiales. Villarreal realizaba “tareas no operativas”, adscripto a la comisaría 19° de la ciudad de Córdoba.
Quedó a disposición de la Justicia y alojado en Bouwer.