El barro de los alrededores hacía difícil apurar el paso para los hinchas de Talleres que querían llegar temprano al Kempes. Los calzados diversos se incrustaban en la tierra y dificultaban el traslado.
Encima, las nubes no se querían ir de la ciudad después de un fiero fin de semana de lluvia. Pero, para los fanas, como siempre, el clima no importaba. Para ellos, el sol tiene que pintarse con los colores amados para disipar cualquier tormenta después de una derrota ante Boca el domingo pasado, ganándole a Independiente, un rival directo en la lucha por entrar a la Copa Libertadores.
Algo de mejor luz le llegó a todo el mundo Talleres con la derrota del Xeneize ante Defensa y Justicia y la caída estrepitosa de San Lorenzo ante Godoy Cruz de esta mañana. Con esos dos resultados, el panorama pintó de mejor color las caras pálidas por el gris del fin de semana.
Los miles y miles de fanas del equipo dirigido por Frank Kudelka tenían mejor semblante porque, luego de perder en la misma Bombonera, con un gol sobre la hora ante el líder de la Superliga hoy ante el Rojo de Avellaneda, tienen una gran chance para volver a sumar de a tres y empezar a asegurarse ese objetivo de clasificación a copas internacionales.
La semana posterior a la derrota con Boca no alteró el ritmo de trabajo normal del cuerpo técnico y jugadores. Para este juego ante Independiente, el entrenador albiazul dispuso el ingreso de Ian Escobar por el suspendido Lucas Olaza y el regreso de Santiago Silva por Junior Arias.
Y justamente el Tanque vuelve ante el Rojo, a quien le metió 9 goles en 19 partidos, uno de los equipos ante los que más goles gritó en el fútbol argentino. Y el dato vale para que todo Talleres vuelva a creer en que las tormentas y las nubes grises que asomaron por el cielo pueden ser cosa del pasado si ganan el partido de hoy en el Kempes.