Se esperaba una multitud, porque Talleres venía en ganador, porque un triunfo lo ponía como escolta de la Superliga y porque el club de barrio Jardín siempre sorprende con su convocatoria.
Sin embargo, al inicio del partido con Banfield el marco en el Kempes distaba mucho de lo esperado. La lluvia persistente y el feriado largo le restaron público a la T.
Ya con el juego en marcha llegó más gente y la convocatoria se aproximó a las 30 mil personas. Más acorde al campañón de la T.