En un semestre deportivo al que el presidente Gastón Defagot calificó con un 4, la noticia más festejada en Alta Córdoba fue el regreso de Darío Franco a fines de octubre, el técnico que en 2012 puso a Instituto a las puertas del ascenso. Y que en 2018 tendrá el gran desafío de devolverlo a Primera, junto en el año del centenario del club.
Franco tomó la posta de un Gabriel Gómez que no cumplió las expectativas de los dirigentes albirrojos, que apostaron por él. Y ni siquiera con Franco el equipo logro salir de mitad de tabla, a siete puntos del líder Atlético Rafaela y sólo a uno de la zona del reducido por el segundo ascenso.
Pero en una tabla tan chata, Instituto todavía no resolvió del todo su situación con los promedios y la goleada que sufrió en la última fecha en Junín lo dejó con apenas tres equipos por debajo antes del pelotón que está en zona de descenso.
En el 2018 la Gloria peleará por la gloria de ascender, y para no descuidarse con el coeficiente. Darío Franco pidió dos refuerzos para la ofensiva y se ilusiona con Nicolás Oroz, enganche y volante por izquierda sin lugar en Racing Club, y con Cristian Tarragona, goleador ex Independiente Rivadavia que se quedaría en el Atlante de México.
Por el otro lado, son seis las bajas porque Guido Mainero fue trasferido a Vélez en medio millón de dólares por el 80 por ciento del pase, y en la salida que más le duele a Franco.
Además, Ricardo Blanco continuará su carrera en el Curicó Unido de Chile tras haber perdido la titularidad en la Gloria. Y fueron dados de baja en el plantel Germán Lesman (el goleador en el que Instituto puso sus esperanzas), Franco Olego, Javier Fernández y Cristian Gorgerino.
También podría emigrar Ignacio Antonio, a préstamo al Asteras Tripoli de Grecia. Y Guaraní de Paraguay, dirigido por Sebastián Saja, está interesado en Ezequiel Videla, quien no rindió como se esperaba.
En Inferiores y la Primera local, el 2017 resultó exitoso: campeón en Liga Cordobesa. Logro que no conseguía desde 1972 y de la mano del entrenador Leonardo Nadaya.
A nivel club Instituto la pasó mejor, con el acuerdo por la Convocatoria de Acreedores, beneficioso para tener la tesorería más prolija. Y sin olvidar el gran momento del básquetbol, con el equipo como animador en la Liga Nacional y con la clasificación histórica a Liga Sudamericana.
Los Albirrrojos arrancarán como locales en la reanudación de la B Nacional, el viernes 2 de febrero contra Villa Dálmine. Antes se podría dar un amistoso con Racing de Nueva Italia en el Kempes, con público de los dos. Y a enfocarse en volver a ser de Primera.