Matías Candoli
El 9 de octubre de 2015 fue un día de luto. Cuatro árbitros de la Liga Cordobesa que viajaban a dirigir un partido entre Renny de Wenceslao Escalante y Argentino de Monte Maíz perdieron la vida junto al chofer que los trasladaba por la ruta 11, entre Laborde y Pascanas.
Ellos eran Ignacio Bustos, Diego Bravo, Juan Massa y Marcos Fabián. Quedó el dolor, la tristeza y el recuerdo.
Pero los amigos de Marcos no quisieron quedarse sólo con eso. Y, para recordarlo y tenerlo presente al amigo, armaron un equipo de fútbol y lo bautizaron Marcos F. C. Las siglas coinciden con los dos apellidos deljoven y con el clásico “Fútbol Club”, con el que nombran a las instituciones.
Hace algunos días, los muchachos, en su mayoría vecinos de barrio Los Boulevares, pudieron gritar campeón por primera vez en un torneo amateur y se lo dedicaron a él.
Cómo será el cariño que tienen por Marcos que, desde que se armó el equipo, diseñaron camisetas, buzos y pantalones para jugar con referencias a lo que hacía el homenajeado.
Por ejemplo: un logo como el de AFA pero sus siglas dicen MFC con las tarjetas amarilla y roja y un silbato. Luego armaron una celeste y blanca con el logo diseñado y, la más reciente, es una azul, casi igual a la de la alternativa de la Selección con el escudo y una foto del árbitro fallecido en el pecho. Y con esa festejaron en el complejo Azteca, ubicado al lado de la Universidad Blas Pascal, en Argüello.
Y apenas sonó el pitazo final consagratorio, los muchachos del Marcos FC pensaron en él. “Cuando salimos campeones en lo primero que pensamos fue en Marcos porque justo fue el aniversario del accidente. Era una cosita mínima de poder agradecerle a él. Otra cosa, no podemos hacer”, comentó Matías, uno de los jugadores.
Casi al unísono, contestó Bruno, otro de los integrantes del plantel: “El pensamiento, cuando terminó el partido, fue mirar para afuera y ver la cantidad de gente que estaba mirándonos. Y siempre nos acompa- ñaban y estábamos unidos por el objetivo que gracias a Dios se dio”.
Enseguida, el recuerdo por el amigo que no está, aflora. “Siempre lo recordamos con alegría, con la mejor onda. Era un hermano del alma para mí, nos íbamos de vacaciones, salíamos, ¿qué no hacíamos juntos? Lo que pasó y lo que se generó después con el equipo es muy fuerte”, se sinceró Darío, emocionado.
Así nació la historia. Y Gonzalo, quien tuvo la idea de contar esta historia en las redes sociales mediante la página de Facebook del Marcos FC, agregó: "Era un chico alegre, andábamos juntos para todos lados. Fue duro, como cualquier pérdida y después lo vivimos con felicidad. Las tristezas se olvidan cuando entramos a la cancha. Ganemos, perdamos, siempre salimos iguales, contentos. Y ver que tanta gente apoya te dan ganas de seguir, haciendo cosas como camisetas, equipos. La misma gente que no juega nos pide remeras. Te llena un poquito el vacío que dejó y también le sirve a la familia. Está bueno porque a ellos también le hace bien".
Y dentro del equipo está Claudio, el cuñado de Marcos, que es quien se encarga de la logística de juntar dinero para inscripciones, armar los equipos, diseñar camisetas, entre otras cosas. “Él siempre me decía que armemos un equipo. Me decía que yo tenía la voluntad para juntar la plata, para armar la camiseta, el conjunto de buzos, de shorts. Me quedó eso de él y ahora, con el nombre de Marcos, lo hago”, contó.
El toque risueño lo dio Lucas, quien recordó a su amigo: “El Gringo era muy querido acá en Los Boulevares.
No jugaba nunca y era barra brava, jeje. Y el panadero de la madre. Lo conocí mucho y se lo extraña al loco”.
Y, ante la presencia de Día a Día, todos querían aportar algunas palabras. "Lo recordamos como buena persona que era, divertido. Le encantaba joder y su pasión era el fútbol.
Siempre le gustó hacer deportes y nos juntamos entre todos”, dijo otro Matías. Y Fernando, aportó un dato importante a la hora de hablar de lo que se generó a partir de la creación del equipo: “Muy emocionante. Gracias a esto nos movilizamos mucho en el barrio, nos juntamos mucho, hicimos mucha amistad. Volvimos a tener contacto. Estábamos medio dispersados y esto sirvió para unirse en el barrio”.
Está en ellos. El punto de reunión del Marcos FC es en el kiosco Mía de Boulevard Los Alemanes y De los Polacos. Atrás del mostrador, vestida con la camiseta del equipo con la foto de Marcos, apareció Graciela, su mamá. Y también Jessica, la hermana.
Ambas no tienen palabras para agradecer el gesto de los muchachos amigos. “Como hermana de árbitro y como novia que le gusta el fútbol, siempre estoy acompañando. Lo veía que le gritaban ‘la c... de tu hermana’, como a todo árbitro, y no quedaba otra que reírme. Siempre lo acompa- ñaba y ahora los sigo a ellos en cada partido. Estoy feliz y agradecida por todo lo que hacen por él”, resumió Jessica.
Y la mamá, con las lógicas lágrimas en sus ojos, agradeció: “Al principio me era imposible verlos juntarse y que no estaba él. Pero de alguna forma, estaba. De a poquito voy a ver los partidos, los vamos alentar con mi hija. Son unos locos lindos que terminan llorando, como todos nosotros y me encanta el homenaje que le hacen”. Y cerró diciendo: “Me llena de satisfacción. No esperaba nunca que hicieran esto. Era muy querido y nunca pensé que llegaran a tanto. Se juntan, se unen. Cada vez aparecen más tatuajes, hasta yo me hice uno con su imagen. Uno piensa que está en el cielo, en el aire, en el pasto de la cancha... como cuando él estaba”.