Por Laura Giubergia
Una nutrida manifestación pacífica se realizó este viernes frente al edificio de Tribunales II para pedir Justicia por el crimen de Azul Montoro, la joven trans que fue asesinada a puñaladas la semana pasada en un departamento del centro de la ciudad de Córdoba.
Fabián Alejandro Casiva, de 23 años, está detenido e imputado por homicidio simple. En la indagatoria, a cargo del fiscal Guillermo González, se abstuvo de declarar. Apenas cometido el crimen, amigas de Azul hicieron videollamadas al teléfono de la joven, y fotografiaron a Casiva, quien tenía en su poder el celular.
Pía, una de las amigas de Azul, dijo a Día a Día que están pidiendo el cambio de carátula, por una figura más gravosa. "Está como homicidio simple, queremos que sea considerado femicidio", sentenció Pia, mientras participaba de la sentada pacífica en las escalinatas de Tribunales.
“El Estado le da la espalda a las personas trans en salud, educación, inclusión laboral, y también desde la Justicia”, lamentó la joven, y aprovechó para exigir que se avance en la ley de cupo para la inclusión laboral trans.
La protesta fue organizada por la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros (ATTTA).
En estudio. El fiscal González, en tanto, consideró que es inminente el cambio de carátula en el caso de Azul, y dijo estar esperando colectar más pruebas para resolver qué figura incluir.
"La calificación de homicidio simple va a cambiar, como mínimo a homicidio en ocasión de robo, pero estoy analizando si fue un crimen de odio", indicó el fiscal a Día a Día. Y consideró que la forma del crimen será clave para intentar precisar por qué la mató.
“El nivel de saña, que le haya asestado 18 puñaladas, me habla de mucho más que una motivación de robo”, opinó González.
Femicidio. Consultado sobre si puede ser caratulado como femicidio, dijo que es una de las posibilidades que evalúa, aunque espera algunos resultados periciales para avanzar en ese sentido.
La Ley de Identidad de Género N°26.743 establece que toda persona tiene derecho a ser tratada de acuerdo con su identidad de género autopercibida –que puede o no coincidir con el sexo asignado al momento del nacimiento-, y a ser identificada de esa forma en los instrumentos que acrediten identidad.
“Aunque no es necesario el cambio registral, en el caso de Azul sí tenía hecho el cambio de documento adecuado a su identidad de género, por lo que si la prueba se adecúa a la figura, puede caber el agravante de femicidio”, justificó González.
“Estoy esperando que la familia se constituya como querellante, y que la defensa designe peritos de control para avanzar con las pericias con la participación de todas las partes”, adelantó el fiscal.