Por Juan Manuel González.
Una certeza: el PJ cordobés entró en un torbellino de incertidumbre por su futuro en el Gobierno.
No tenía esta sensación desde aquel 2 de septiembre de 2007.
Primera duda: podrá el peronismo reiventarse para la elección de 2019. La mayoría de los cordobeses le dijo a los encuestadores que todo El faro político señala el 2019 bien con Schiaretti y De la Sota, pero que hay "necesidad" de un cambio. De tanto alambrar, el PJ se quedó sin otros dirigentes en carrera.
Una clave: saber si la alianza Cambiemos podrá cruzar el océano del poder sin naufragar. La duda no es respecto del liderazgo de Macri, quedó probado que lo tiene, sino que él quiera seguir compartiendo la estructura del Estado con sus socios. Esa pregunta repercute en Córdoba, bastión amarillo.
Y de nuevo las dudas. Ramón Mestre se siente candidato a gobernador.
No hay plan B para él. Al fin de cuentas, la valoración de su gestión creció y resignó protagonismo en la lista que ganó anoche.
Héctor Baldassi se siente candidato a gobernador, con la bendición de Macri. Al fin de cuentas, Baldassi es una creación política del Presidente. Ambos apostaron por el otro en 2013, y esa alianza continuará inquebrantable.
Mario Negri se siente candidato a gobernador. Al fin de cuentas, puso la cara en el Congreso y ante el kirchnerismo, en los días más grises de Cambiemos, cuando todo era desconcierto en terraza de la Rosada.
La campaña 2017 recién termina.
La de 2019, recién arranca.