Juan Carlos Olave, arquero gana partidos

DUEÑO DEL ARCO. Y un día volvió el Juanca. Atajó para Las Palmas, que salió del último lugar. Mucho público y el pedido para que siga. Le faltó jugar con su hijo Thiago.

Juan Carlos Olave, arquero gana partidos
COMO EN CASA\u002E El Juanca se dio un gustazo: atajó en “su” Las Palmas\u002E Dice que no seguirá, pero\u002E\u002E\u002E

​Por Jorge Nahúm.

Hay arqueros gana partidos, gana campeonatos, y a la vez, arqueros de barrio. Juan Carlos Olave es de esos arqueros. A los 41 años volvió a rasparse las rodillas en la misma cancha de sus inicios. No atajaba desde el 18 de diciembre del año pasado pero no se quería retirar sin cumplir con un pacto personal, ese tipo de promesas que se le hacen al primer amor: jugar para Las Palmas.

Y cumplió. Se calzó el buzo verde, hincó la rodilla en tierra antes del inicio del encuentro con Alumni en el Viejo Camino a la Calera, festejó fervorosamente cada gol del equipo en un 2-0 vital, miró de reojo cuando el técnico mandó el último cambio a la cancha, por si era Thiago, su hijo, y la tarde terminaba más redonda aún; y al final voló a puro reflejo para asegurar el arco invicto. Las Palmas, para Olave. La ovación, también.

Unas 3.000 personas le dieron un gran marco al viejo estadio para un domingo distinto. Y el Juanca lo valoró en el saludo final, mientras se sacaba fotos con sus compañeros, "unos guerreros", como los denominó, y con los rivales. Flores, el lateral de Alumni y ex Las Palmas, le pidió el buzo. "Perdoná, pero es para mi señora", le respondió el arquero mirando hacia la platea, donde también aplaudían su esposa y su hija.

"Lo estamos disfrutando, ojalá se quede unos cuantos partidos más". Lo dice Gastón Chiatti, el arquero de Las Palmas y competidor en el puesto. Se recuperó de la lesión pero cede el lugar contento, por todo lo que representa el Juanca para el club, que pelea por sostenerse en el Federal B.

"Nunca me imaginé que un día iba a jugar con Olave. Lo que más me gustó es su humildad. Fue a la concentración y se quedó como tres horas contando anécdotas", comentó el zaguero Nicolás Igarzábal, autor del primer gol.

"Todo esto que se vivió en la cancha, con tanta gente, lo venimos viendo desde el lunes pasado. Se revolucionó el barrio. Olave es un ejemplo para todos estos chicos y yo, que tengo 31 años, no pudo más que admirarme de lo que es capaz él con 41", destacó Héctor Arrigo, quien puso el 2-0 definitivo. Un domingo para el recuerdo.

Festejo completo. Olave apostó fuerte con su decisión de volver a atajar. Por el prestigio, por lo que significa para el fútbol de Córdoba, por el peso de su nombre en Belgrano; tomaba riesgos al ponerse al hombro a Las Palmas en un momento complicado, con el equipo incómodo en las posiciones.

Su primer contacto con la pelota fue a los 4 minutos, cortando con el pie un ingreso al área de un delantero rival. Se abrazó con Agustín Griguol (otro apellido made in Las Palmas) en el primer gol; protestó por la temprana (y justificada) expulsión de Martín Chiatti y tuvo la cancha de su lado cuando Delsole, el picante delantero de Alumni, quedó con el arcó a disposición y la tiró por arriba.

En la última de la tarde, cuando el triunfo ya no se escapaba, se estiró como cuando era pibe y soñaba con llegar a Primera, y mantuvo el arco en cero. Misión cumplida y alivio, en lo personal y para el equipo de Ricardo Carnieli.

Entonces vino el remolino de abrazos y de emociones. Hasta su mamá, Ofelia Noemí, la Kika, lo esperó en la boca del túnel enfundada en otro buzo verde y conmovida. Como Daniel Albarracín, intendente del Gigante de Alberdi que se hizo cargo de inflar la manga en Las Palmas. Y como el propio Jorge Franceschi, presidente Celeste, quien también acompañó.

Al frente, en el otro arco, seguía colgada la bandera que decía "a veces los heroes dejan de ser héroes para convertirse en leyenda". Como los arqueros gana partidos, que vuelven al barrio.

El contagio del "1" para dejar el último puesto

Las Palmas estaba obligado al triunfo porque ocupaba el último lugar en la Zona B Región Centro del Federal B, con peligro de perder la categoría.

Y con la motivación extra de contar con Juan Carlos Olave y de una numerosa concurrencia, metió su segundo triunfo consecutivo después de traerse los tres puntos de Malagueño.

El viento le jugó a favor en el primer gol porque entre el arquero Scalzo y el palo devolvieron el rebote para que Nicolás Igarzábal la mande a la red, a los 22 del primer tiempo.

La irresponsable expulsión del Martín Chiatti puso en aprietos al dueño de casa, que de todos modos a los 10 del complemento aumentó por Héctor Arribo, tras habilitación de Albornoz (figura del local). Después se fue expulsado Roca en la visita, y alivio para el Azul.