Concentración, confianza, ganas y pasión son las virtudes, algunas, de los chicos de Argentina que llenan de orgullo al básquet nacional. La Selección, en su recambio, enamora.
Sin su guía y gran capitán, Luis Scola, el seleccionado de Sergio Hernández asumió la AmeriCup de menor a mayor. Fue creciendo partido a partido, aunque no pudo terminar en el colmado Orfeo cordobés conquistando el trofeo de campeón.
Los pibes de Argentina jugaron una final a lo grande, pero la experiencia de Estados Unidos fue más.
Venció el visitante 81 a 76 y se quedó con los festejos.
Intensos en la marca, y jugando como veteranos, el equipo argentino con menos de 23 años de promedio de edad, llenó de dudas a los estadounidenses.
El único NBA de la Selección, Nicolás Brussino arrancó encendido (12 puntos en el primer cuarto), junto a un grupo funcionando en bloque, para tomar ventaja 8-0.
El DT de Estados Unidos Jeff Van Gundy movió el quinteto y encontró respuestas, pero la Selección, fina, se quedó con el cuarto de inicio por 22-15.
La defensa Argentina incomodó a los norteamericanos. Facu Campazzo, si, el más bajó, metió dos taponazos, uno de ellos al lungo Marshall Plumlee, de 2,13 metros.
El elenco nacional fue tan intenso y concentrado en la defensa que permitió apenas 12 puntos en el segundo segmento a los visitantes.
El cordobés Javier Saiz trajo su solvencia del banco (además de 7 puntos), y el seleccionado de Oveja Hernández fue estirando la diferencia, que llegó a 15, 42-27, cerrando la primera mitad, con un triple de Campazzo.
En menos de dos minutos del tercer período, Argentina sacó 20 de distancia (48-28).
Fue como el golpe que necesitó Estados Unidos para reaccionar. Ajustó su marca, buscó más los rebotes y encontró gol para achicar a 11 (41-52) en 6 minutos.
Para romper la sequía, Campazzo hizo de las suyas, le metió un caño a un rival y solo lo frenaron con falta. Y se ganó los puntos desde la línea el base del Real Madrid.
Pero la visita ya estaba en ritmo y siguió limando la diferencia, para quedar seis abajo: 50-56. Terminado el cuarto, hubo falta técnica a Hernández y la visita abrió con un triple para quedar tres abajo. Y empató en 58 en 2’23 del cuarto decisivo.
Brussino respondió con un triple, pero Estados Unidos, con más confianza y experiencia, se puso por primera vez al frente a 6 del cierre. La visita tuvo más tranquilidad, y ayudado por algunos discutidos de los árbitros, se quedó con el triunfo y el trofeo de la AmeriCup.