Micaela Escudero, expareja del golfista cordobés Ángel "Pato" Cabrera, ha denunciado al ganador del Master de Augusta por maltrato, acoso, lesiones y amenazas, entre otras agresiones que describe, las cuales son negadas enfáticamente por el deportista a través de su defensor.
"Me vine a vivir el año pasado a Buenos Aires porque estaba harta de Córdoba debido al maltrato del 'Pato'", explica Micaela en diálogo con La Voz.
Actualmente, ella se desempeña como productora de eventos en la Capital Federal, se mantiene alejada de Córdoba y dice vivir tranquila desde hace poco, cuando grabó las llamadas que le hacía Cabrera y se presentó ante la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Al igual que lo hizo con su última pareja, la policía Cecilia Torres Mana, la descripción del maltrato tiene las mismas características en referencia a la relación de Cabrera con estas mujeres: control, maltrato psicológico y físico, golpes y amenazas.
Micaela tenía 31 años cuando conoció al golfista en un bar de Nueva Córdoba, que se acercó a charlar con un grupo de amigos. Según contó, fueron invitados a la casa de Cabrera en Villa Allende y siguieron charlando hasta que ella quedó sola y él le pidió el teléfono. Pronto comenzaron una relación que avanzó hacia el noviazgo y a la convivencia cada vez que él estaba en el país.
"Cuando 'el Pato' te conoce, te abre la puerta del auto. Después, te la abre para tirarte del auto", expresaba Micaela en referencia a una denuncia por una agresión que le costó un esguince de tobillo.
En un momento, la mujer cuenta sobre el cambio de actitud de Cabrera con respecto a la relación: asegura que comenzó con controles y con el seguimiento celoso de movimientos y de relaciones.
Micaela cuenta que, cuando comenzaron a convivir, Cabrera le dijo que no debía trabajar más y que la celaba con sus jefes. También había empezado a controlar su vestimenta y a aislarla de sus amistades.
"Estaba obsesionado con tener una hija conmigo, pero yo no quería. Un día se puso furioso porque en mi cartera encontró anticonceptivos que estaba tomando", cuenta al respecto.
Micaela señala que, cuando llegaba, él la sometía a "una requisa" y le revisaba la cartera, le abría el celular y veía qué tenía. Asegura que "tenía la paranoia" de que tuviera "otro" celular. "La pasé horrible", asegura.
Consultado por La Voz sobre la denuncia, el abogado defensor de Cabrera, Miguel Alejandro Gavier, respondió que "lo que le puedo decir es que mi cliente es inocente y así lo va a demostrar ante la Justicia".
“Esa causa se encuentra en etapa instructora en la Fiscalía de Violencia Familiar de Tercer Turno, a cargo del fiscal Cristian Griffi. Mi cliente prestó declaración indagatoria en julio de este año y negó los hechos que se le atribuyen”, cierra Gavier.