La muerte de un muchacho de apenas 18 años llena de dolor a la comunidad de barrio Vicor y enciende a la vez una seria problemática que podría enlazar el hecho con una vieja rivalidad barrial.
Santiago Orellano había ido a ver un partido en la canchita del barrio, cuando se inició un violenta pelea entre los equipos y comenzaron los tiros, uno de los cuales le impactó en la cabeza y se cobró su vida tras largas horas de agonía, según consta en la información policial.
Una vez conocido el trágico desenlace, los investigadores han comenzado a trazar las primeras líneas que podrían desenredar una trama que involucraría dos motivos centrales.
Por un lado, se cree que el partido de fútbol era por dinero, tal como ocurre desde siempre en muchos barrios de Córdoba, a lo que habría que sumar una presunta rivalidad de años, entre los barrios que disputaban el cotejo.
El caso es investigado por el fiscal Tomás Casas que apunta a que hubo un partido de fútbol por dinero entre vecinos de Comercial y un equipo proveniente de barrio Vicor.
Al respecto, la secretaria de la fiscalía, Graciela Viñas, indicó que "hubo disparos de arma de fuego y las personas comenzaron a correr. En esa huida se produce otra secuencia de disparos, uno de los cuales lo hirió mortalmente", dijo a radio Universidad.
Sobre estos disparos, la funcionaria anticipó que "con los testimonios recogidos, podemos decir que se encuentra individualizada la persona que disparó", concluyó.
Por su parte, la madre del infortunado joven relató que "mi marido los llevo a él y sus amigos a barrio Comercial para hacerle la barra unos amigos del barrio Vicor que jugaban. Iban como espectadores, cuando los otros iban perdiendo y se empezaron a ofuscar y uno sacó un arma, empezó a disparar y un tiro le dio en la nuca a mi hijo", dijo a radio Suquía.
"Luego de caer tras el disparo, le robaron el celular y su billetera con los documentos. Según me dijeron sus amigos ellos eran como 60 contra 10 que fueron, fue un disparo desde la espalda, un acto de cobardía", expresó.