El parate obligatorio por la cuarentena y la inminente llegada al mundo de Jared, su segundo hijo, hizo que Leonardo Rodríguez no tenga excusas. Hay que terminar la casa, en barrio Villa Adela, para vivir con su mujer Damaris y allí esperar al más chico de la familia.
Y el Cali Rodríguez, uno de los referentes del plantel de Racing de Nueva italia, sabe de trabajo y sacrificio. Como sólo están entrenando en forma individual y no están en competencia, su papá Alejandro lo llama para que lo ayude en su trabajo en la construcción. Y el Cali va. "Hago todo lo que sea fuerza pero también me gusta poner durlock", comentó el arquero en diálogo con Vía Córdoba.
Ya falta poco para terminar la casa propia. Ahora el Uno académico vive en barrio General Paz con su mujer que está embarazada de siete meses. "Todos hinchas de Juniors, jeje", bromea. Pero enseguida aclara: "Me llevo bien con todos. Todos los dias me preguntan si ya entrené o si sé algo del fútbol. Me llevo bien. Soy una persona que siempre está en familia y eso hace bien a la cabeza".
Y la palabra familia es muy pronunciada por el arquero en la charla. "Tengo mis vecinos que son todos familia, charlamos o siempre estamos juntos. El embarazo de mi señora y las cosas de la casa llevan mucho tiempo. Y los dias que estoy con mi hija Uma, de siete años, estamos siempre haciendo cosas del cole o viendo películas", contó el Cali.
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Su vida en el barrio actual y, en el futuro, puede tener la rutina repetida. El mismo arquero y referente albiceleste lo describió: "Siempre soy de levantarme temprano, tomar unos buenos mates, escuchar la radio y ver las noticias. El entrenamiento mayormente lo hago por la tarde antes que se esconda el sol y no se ponga tan frío".
El Cali Rodríguez se siente un referente del plantel por la cantidad de años en las que juega en Racing. Y, como tal, siente que tiene responsabilidades distintas. "Me toca un papel fundamental siendo un referente del grupo y segundo capitán tratando de que no se caiga ninguno y que siempre estén bien de la cabeza más que todo. Que eso es lo que hace a uno estar bien".
La realidad de los jugadores de los clubes del Regional Amateur es durísima. El Cali Rodríguez no es la excepción y por eso sale a hacer algunos trabajos con su viejo en alguna obra. "Está muy dura la parte económica en todo el país, imagínate en el club que vive del socio, del colegio, y de los partidos de locales. Nosotros hemos cobrado hasta donde trabajamos que fue en marzo. Tiré hasta donde pude con lo del club y ahora laburo un poco con mi papá", dijo el arquero.
Tratando de ser positivo, el Cali Rodríguez le busca la vuelta a los aprendizajes que le está dejando la cuarentena: "En lo personal, aprendí a estar más tiempo y a escuchar más a la familia. Nos pasa a todos los jugadores que los fin de semanas no estábamos nunca. Ahora los domingos son asado o pastas con ellos y no tiene precio. Es lo más lindo. La importancia que tiene el tiempo , y los momentos. A aprender a valorar muchas cosas más allá de lo material y lo económico".
Y aprovechando el tiempo, la familia y trabajando mucho es la constante de muchos jugadores, como el Cali Rodríguez que esperan volver a entrenar y a competir para seguir alimentando el sueño de jugar al fútbol.