El COE central puso a disposición de los municipios y comunas el protocolo de trabajo para la apertura de una nueva actividad: los centros de estética. Este rubro incluye la aplicación de tratamientos relacionados con el cuidado de la piel, manos, pies y uñas, estética facial y corporal o depilación, entre otros.
Según explicó el vicegobernador de la Provincia, Manuel Calvo, junto al ministro de Salud, Diego Cardozo y el coordinador del COE, Juan Ledesma, estas actividades podrán comenzar a desarrollarse nuevamente a partir de este viernes 5 de junio o cuando los especialistas cuenten con los protocolos requeridos.
Los horarios sugeridos son los mismos que para el rubro comercial: de lunes a viernes, de 10 a 16 y los sábados de 9 a 14.
Como ocurre con todas las actividades comerciales, la aplicación y control de este protocolo será responsabilidad de municipios y comunas y regirá en toda la provincia.
Entre las medidas de bioseguridad incluidas en el protocolo se destaca que se podrá atender a un cliente por turno, con un lapso de 10 minutos entre turnos, para proceder a la correcta desinfección del box y de los aparatos utilizados. Las camillas deberán tener cobertores plásticos y no de tela. Esto es muy importante a la hora de realizar su desinfección.
Además, los y las profesionales deberán usar los correspondientes elementos de protección personal, dada la proximidad con el paciente con la que se trabaja: camisolín, cofia o pelo recogido, gafas o escafandra, guantes descartables y barbijo.
Los clientes deberán tener colocado en todo momento el barbijo no quirúrgico, exceptuando los tratamientos faciales en los que no sea posible. Durante los mismos, el o la profesional deberán reforzar su protección mediante la aplicación de un divisorio de acrílico en forma de U. En el caso de tratamientos de manicura, también se empleará una barrera acrílica mediante la cual solo se permita el contacto con las manos del paciente.
Se deberá tomar la temperatura tanto a los profesionales como a la clientela al ingreso y no se podrán servir alimentos ni bebidas en las salas de espera. Además, se deberá disponer de alcohol en gel en lugares comunes y cartelería con información preventiva.
Los dueños de los locales serán los responsables de arbitrar los medios para capacitar a la totalidad del personal involucrado en sus servicios.