El jueves 19 de marzo y en conferencia de prensa el presidente Alberto Fernández decretaba el aislamiento total, preventivo y obligatorio. El mismo comenzó a regir desde el viernes 20 a las 00 y aún no se ha levantado. Esto afectó de diferentes formas a todos los habitantes.
Desde Vía Córdoba decidimos comunicarnos con diferentes familias cordobesas para que cuenten su experiencia. Solteros, casados, convivientes, separados, con hijos o sin, existe un amplio crisol de situaciones y todos ellos hablaron con nosotros.
Soledad en casa
Ivana tiene 32 años y si bien no está soltera vive sola en su departamento de Nueva Córdoba. Desde hace años está en pareja pero decidieron vivir en viviendas separadas. Ella comenzó la cuarentena tres días antes de que fuera decretada. Este período justo coincidió con las vacaciones en su trabajo al cual deberá volver en los próximos días aunque deberá ejercerlo desde su casa.
"Desde entonces he salido unas cuatro veces más o menos, siempre para ir al almacén o supermercado y abastecerme. He tratado de no salir para comprar pocas cosas sino que me las rebusco con lo que tengo en casa y cuando ya lo necesito, salgo para hacer la compra grande que por lo general consiste en queso, leche, huevos, galletas, verduras y vino", reconoció la joven.
Entre los beneficios que le encuentra a este aislamiento es el que el gasto promedio se redujo. "He gastado notablemente menos en estos días de cuarentena porque me cocino yo y no tengo actividades sociales como salidas a comer o ir a bares, cine, teatro, boliches, entre otros", remarcó.
A su vez, también se pudo dar tiempo para actividades que también son de su agrado. "Empecé a escribir mucho y a pintar y dibujar. Creo que todo es producto del aburrimiento y la soledad".
Incluso algunos de sus hábitos también se vieron alterados: "Ahora estoy más en contacto con mis seres queridos a través de videollamada siendo que antes era solo una llamada o, a veces, ni siquiera nos hablábamos. Creo que este aislamiento me acercó más a la gente que quiero".
"Como estoy de vacaciones y encima sola, manejo los horarios del desayuno, almuerzo, merienda y cena como lo siente mi cuerpo y como cuando quiero", concluyó.
Cuarentena en dos casas
Muchas dudas surgieron al momento que se decretó el aislamiento y quiénes tendrían permisos para circular. A su vez, muchas actividades y ciudadanos se vieron afectados, entre estos casos se encuentran quienes tienen hijos a cargo pero son padres separados.
Esta es la historia de Jennie quien comparte la tenencia de su hijo, cuatro o cinco días está con ella y otros cuatro o cinco con el padre. "En esos días que va y vuelve aprovechamos para hacer las compras", comentó a Vía Córdoba. Al tiempo que reconoció que sus gastos bajaron en nafta y salidas, pero aumentaron en compras para alimentación.
Pero a eso se le agrega que su hijo de seis años está en edad escolar y este año comenzó primer grado, por lo que también deben estar atentos a su educación. "Hacemos todos los días un poco pero tampoco nos estresamos tanto ya q todavía no sabe leer ni escribir. Por lo menos en el encierro mi hijo empezó a colaborar con la limpieza y el orden de la casa", analizó.
Pero hay algunas diferencias entre madre e hijo, si bien ambos coinciden en que se acuestan un poco más tarde y duermen más horas, ella la está pasando bien mientras que el pequeño extraña a sus amigos e ir al colegio.
Remodelación en pareja (pero sin hijos)
Como anticipamos al inicio de esta nota son muchas las situaciones que se dan en Córdoba. En este universo también entran aquellos que están en pareja, pero que no tienen hijos.
Esta es la situación de Ricardo y Pablo, quienes son pareja y conviven desde hace nueve años y aprovecharon este tiempo para cumplir algunas tareas pendientes del hogar.
Ellos comenzaron la cuarentena desde el 20 marzo y salen pocas veces para hacer compras de alimentos, y productos básicos. "Vivimos en B° observatorio y en unas cuadras se concentran todos los comercios (verdulería, carnicería, mini mercado, ferretería). La frecuencia es cada dos días", contó "Richi", de 32 años.
Ambos, por fortuna, pueden continuar trabajando desde su hogar ya que la empresa para la que trabajan los proveyó de los elementos necesarios. Esto repercutió de forma ambigua en sus gastos. Por un lado "los gastos en alimentos y en productos de limpieza se han incrementado", reconoció. Sin embargo "hemos ahorrado en transporte, ya sea el taxi para ir a la oficina o el colectivo por ejemplo", opinó "Richi".
Si bien tuvieron que dejar de lado algunas actividades como ir a entrenar al gimnasio, reuniones con amigos, familia o paseos con los perros en la plaza. Aprovecharon el aislamiento para retomar algunas que habían quedado olvidadas por el ritmo habitual de la vida.
"Comenzamos a almorzar juntos, cuando en la rutina normal lo hacemos por separado, cocinamos, vemos series, entrenamos en el patio de casa. Acondicionamos sectores de la casa que estaban en pendientes", ejemplificó.
Aún así, todavía no se acostumbran a esta situación y hay situaciones que no soportan como "la limitación y el encierro. Si bien somos bastante hogareños, disfrutamos salidas imprevistas, viajes a las sierras, salidas a cenar, cine, etc".
Los cuatro fantásticos
Por último también decidimos recoger el testimonio de aquellos que están en pareja, conviven y a su vez tienen hijos. Este es el caso de Diego y Alicia, aunque en ellos se da la particularidad de que uno debe salir a trabajar y el otro se queda en casa.
Ambos tienen dos hijos, un niño de 5 años y una pequeña de apenas . Los cuatro están cumpliendo con la cuarentena desde que se decretó, pero como se dijo, Diego debe salir a trabajar ya que cumple con tareas exceptuadas en el decreto.
La economía de ambos se vio afectada por un incremento en el gasto para comida y elementos de limpieza, mientras que el resto de las actividades "se redujo a cero", remarcó Diego.
Por el momento ninguno de sus hijos van a la escuela, aunque el niño asiste a sala de 5. Desde el jardín enviaron algunas actividades, "las dividimos en días y las ganas de hacerlas de nuestro hijo. A su vez, en el canal Paka-Paka hay un programa que le gustó mucho por las diferentes actividades", aclaró.
Si bien Diego continúa con su rutina habitual de trabajo, obviamente algunas tareas se vieron alteradas. "El hábito de mayor cambio es no poder realizar actividades extra escolares como fútbol o guitarra con el niño". Aún así, siguen con clases de guitarra a través de whatsapp.
Aún así extrañan "no juntarse con los amigos y familia". Pero por otro lado reconoció que "se disfruta que todo bajó un cambio".