Cinco trolebuseras despedidas tras el último paro de transporte iniciaron este viernes una huelga de hambre frente a la Municipalidad de Córdoba, en procura de ser reincorporadas. Las trabajadoras despedidas instalaron dos carpas frente al Palacio 6 de Julio y piden ser recibidas por alguna autoridad.
La protesta se da en el marco del despido de 183 colectiveros y trolebuseras tras el conflicto que paralizó el transporte durante 10 días en junio.
Aunque las mujeres son el 6 por ciento del total de trabajadores del sistema, representan el 20 por ciento de los despedidos, “Nos autoconvocamos para hacer una huelga de hambre hasta que (Ramón) Mestre nos atienda”, expresó Graciela a Cadena 3.
La mujer cesanteada agregó: “Soy madre soltera y tengo cinco hijos, pago alquiler. Es una necesidad volver a trabajo”. Además, la trolebusera pidió disculpas y manifestó que el reclamo lo consideró justo en ese momento.
Por la noche. La protesta pareció el preludio de una asamblea convocada en la noche de este viernes en la sede de la UTA donde se analizaba la finalización de mandatos de los delegados que convocaron y sostuvieron el paro cuando éste fue declarado ilegal.
La intervención de la UTA promueve que los delegados cuestionados dejen sus cargos, lo que podría ser un primer paso para una posible reincorporación de los 183 despedidos, aunque por ahora las empresas se mantienen firmen en sus postura.
El secretario Interior de UTA nacional, Jorge Kiener, reclama desde hace un mes que los delegados dejen sus cargos.
Durante el conflicto, incluso, el dirigente nacional los trató de “tarados” a los delegados que sostuvieron el paro, encabezados por Marcelo Marín.
Este viernes, antes del inicio de la asamblea en la que los delegados debían defenderse ante el pedido de remoción, Kiener insistió en utilizar ese calificativo: “No hay otra forma de llamarlos después de lo que hicieron”, dijo.
Un grupo de trabajadores reclamó formalmente la salida de 11 delegados de Tamse y Autobuses Córdoba. Uno presentó la renuncia antes de que comenzara la asamblea. Los otros 10 llegaron anoche a la sede gremial de calle Vélez Sársfield y San Luis para defenderse, pero al cierre de esta edición se esperaba que el desenlace fuese la destitución de los mismos.
En la noche de este viernes, Marín decía: “Esta asamblea es ilegal y extorsiva. Dos porteños y 10 borrachos no nos pueden quitar el futuro que nos dejó Atilio López. ¿A dónde está la CGT?”.
