Luego de nueve días consecutivos de paro de transporte en la ciudad de Córdoba, este miércoles el servicio es retomado de manera habitual, con los recorridos de siempre y con boleto pago.
Delegados aseguraron que acatarán la conciliación obligatoria interpuesta por el Ministerio de Trabajo de la Provincia, aunque aclararon que irán por la reincorporación de los casi 100 despedidos. La primera audiencia fue solicitada por las transportistas para la semana próxima.
“Cuatro días sin dormir, pero con alegría podemos anunciar que van a volver desde el primer servicio del 14 los servicios regulares. Abandonada la emergencia, los usuarios van a que tener cancelar los viajes con tarjetas”, precisó el subsecretario de Tránsito, Pablo Farías, quien garantizó la prestación, tras el cese del paro.
La medida de fuerza de los colectiveros comenzó a quebrarse a media mañana, cuando prácticamente la mitad de los coches –la flota cuenta con unos 850 colectivos– ya estaban en las calles, y las empresas anunciaban el paso a paso de la salida de más líneas y la llegada de choferes de manera espontánea para trabajar.
El temor a perder el trabajo fue el elemento clave que terminó por romper y darle fin a la protesta. Los delegados más duros, como Luis Marin, Sonia Beas y Erika Oliva, resistieron con el grupo de choferes que permanecía frente a la sede la Unión Tranviarios Automotor (UTA).
Fue ahí donde se vivieron escenas de tensión, de llantos de conductoras y choferes que pedían ser incorporados, mientras Mestre ratificaba sus dichos. Este escenario aceleró la decisión de muchos choferes de terminar la medida, desoír a los delegados.