Dicen que uno no elige la familia; simplemente toca la que toca.
Horacio Rementería, un psicólogo cordobés, no cree en este dicho. Para él, la familia sí se elige: en su caso, eligió adoptar a Ismael, un niño con parálisis cerebral, y a Agustín, un adolescente en guarda.
Junto con su novio Diego crían a los dos hijos adoptivos y disfrutan de esta familia de cuatro integrantes que es todo un ejemplo.
Todo empezó allá por 2005, cuando Horacio trabajaba en un hogar con chicos judicializados y conoció a Ismael, que entonces tenía 3 añitos, parálisis cerebral y para colmo había sido abandonado por su madre.
"Él venía derivado de otra institución. Yo tenía que hacerle la estimulación temprana y la revinculación con su familia, aunque esto último no se pudo. Su mamá lo había abandonado junto con su hermana en un hospital. Los dejó ahí y nunca fue a buscarlos", contó Horacio en TN.com.ar.
Pasaron los años y la relación entre ambos se afianzó, al punto de que un día el juzgado le avisó a Horacio que Ismael entraba al servicio de adopción, dado que su familia biológica nunca lo había buscado.
El psicólogo cordobés no dudó y llevó a Ismael a su casa. "Empezamos a tener otro tipo de vínculo. Un día estábamos caminando en la calle, yo lo llevaba a upa. En un momento, buscó mi mano y la agarró fuerte. Buscaba mi protección", recordó Horacio.
Con el tiempo, Ismael se convirtió en adolescente y, gracias al amor y a la rehabilitación, avanzó a pasos agigantados: pudo dejar en andador y comunicarse por lenguaje de señas.
Se agranda la familia. Un día, Ismael le pidió a su papá un hermano. Empezó entonces la búsqueda hasta que Horacio se enteró de que, en La Plata, buscaban una familia para Agustín, un adolescente de 12 años.
"Me llegó por un grupo de Facebook y sentí algo. Son esas cosas que uno no puede explicar. Así que le pedí más información a un asesora, para que me contara la historia", relató. Una vez en La Plata, Agustín abrazó a Horacio y le dijo 'ojalá seas mi papá'. "Me partió al medio", se emocionó el psicólogo.
Pronto volvieron los tres (Horacio y sus dos hijos) a Córdoba. Pero en realidad son cuatro: Horacio está en pareja con Diego, quien rápidamente se encariñó con la nueva familia.
"Desde un primer momento, le comenté sobre este proyecto. Le dije que me podía acompañar y que si no, no iba a depender de una relación para hacerlo. Por suerte, se lo tomó bien y ahora es parte de nuestra familia. Los ama y los cuida un montón", compartió el psicólogo.
Y reflexionó: "No es que uno los busca. Me dejé elegir por ellos. No tenía proyectado tener una familia como la tengo ahora. Me llenan mucho. El calor de un hogar es impagable".