El mal trago se convirtió en alegría para Julio Flores, un vecino de Comodoro Rivadavia cuyo nombre fue muy conocido durante la catástrofe climática que vivió la ciudad. Por ese entonces salió con su carrito a repartir comida a quienes ponían sus esfuerzos en las tareas que se debían desarrollar.
Esta semana el nombre de Julio otra vez sonó, pero no por cosas gratas. Malvivientes ingresaron a su domicilio y se llevaron varios objetos, pero lo que "más dolió" fue que le sustrajeron una perrita caniche, de nombre Frida, muy querida en la familia.
Ante esta situación se radicó la denuncia correspondiente y se activaron las redes sociales. Solo restaba esperar. Ya había transcurrido todo el día, cuando de repetente escucharon arañazos en la puerta y para sorpresa de ellos, se trataba de la perrita. No pudieron observar quien la había devuelto, pero estima que fueron quienes la habían sustraído comentaron a el diario El Patagónico.
"O no la pudieron comercializar o se sintieron tocados", señaló Julio. Lo cierto es que se siente sumamente agardecido de volver a tener su mascota, y no duda en señalar que "lo bueno vuelve".