Vialidad Nacional informó que un hundimiento de calzada afectaba la Ruta Nacional 40 en plena Quebrada de Belén, a la altura del km 4.098,5. El asfalto cedió sobre la mano norte-sur, generando un pozo de casi medio metro de profundidad. Se habilitó el paso por una sola vía y se recomendó evitar el tránsito nocturno. catamarcactual.com.ar
Causas preliminares
Técnicos de la Sobrestancia Belén apuntaron a la erosión subterránea producida por las crecidas estacionales del río Belén —que discurre paralelo a la ruta— y al envejecimiento de la losa de hormigón colocada hace más de dos décadas.
Operativo de emergencia – madrugada del 13
Máquinas retroexcavadoras y cuadrillas mixtas (Vialidad Nacional + Vialidad Provincial) removieron el material dañado y compactaron la sub-base con grava cemento. Al amanecer se hormigonó un paño de diez metros, se colocaron armaduras transversales y prelosas laterales para recuperar la resistencia estructural.
Reapertura al tránsito – viernes 13, 18.00
Tras el fraguado acelerado, la ruta se rehabilitó totalmente. Vialidad mantendrá monitoreo durante 30 días y advierte que, en caso de lluvias intensas, podría volver el tránsito alternado. Se colocaron carteles reflectivos y delineadores flexibles para guiar a los conductores. catamarcactual.com.ar
Repercusiones
- Transportistas de cítricos y vitivinícolas celebraron la rapidez: la RN 40 es el eje que une los Valles Calchaquíes con el corredor bioceánico.
- Turistas que se dirigían a Hualfín, Londres y los sitios arqueológicos de Shincal debieron esperar hasta la tarde para continuar viaje.
- Comerciantes de Belén propusieron un programa de mantenimiento permanente en temporada de crecidas y altas temperaturas.
Recomendaciones vigentes
- Respetar el límite de 40 km/h en el tramo reparado hasta nuevo aviso.
- Evitar circulación nocturna en la Quebrada si hay pronóstico de tormenta.
- Ante cualquier desprendimiento, llamar al 0-800-222-VIAL (8425) de Vialidad Nacional.
Con la calzada restituida, la RN 40 —una de las rutas icónicas del país— vuelve a operar con normalidad en Catamarca, aunque el episodio deja en evidencia la necesidad de un plan de conservación intensivo para la arteria andina más transitada del NOA.