El papa Francisco autorizó la beatificación del obispo argentino Mamerto Esquiú, que murió en 1883, al reconocer un milagro atribuido a su intercesión, la curación de una niña, informaron desde la Santa Sede en un comunicado.
Francisco decidió permitir a la Congregación para la Causa de los Santos autorizar el decreto sobre fray Esquiú tras reunirse en audiencia con su prefecto, el cardenal Angelo Becciu.
Fray Mamerto Esquiú, como se le conoce popularmente, de la Orden de los Frailes Menores y antiguo obispo de Córdoba, nació en la localidad catamarqueña de San José de Piedra Blanca en 1826 y murió el 10 de enero de 1883 en La Posta de El Suncho.
Accedió al noviciado de los Frailes Menores de la provincia de Asunción en 1841 y, en 1850, empezó a enseñar en el seminario de Catamarca. En 1862 fue misionero en Bolivia e impartió en el seminario de Sucre.
Fue declarado "orador" de la Constitución Nacional de 1853 por sus célebres sermones en favor de su acatamiento y de la unión de los argentinos.
Para su beatificación, los postuladores de la causa presentaron como milagro la "curación milagrosa" de una niña que padecía una infección ósea, una osteomielitis aguda crónica y artritis séptica.