Un viaje sobre ruedas por el corazón de Punilla: paisajes, pueblos serranos y cultura al alcance del volante

Con caminos serpenteantes, sierras imponentes y pueblos cargados de historia, el Valle ofrece una de las rutas más pintorescas para recorrer en vehículo dentro de la provincia de Córdoba.

Un viaje sobre ruedas por el corazón de Punilla: paisajes, pueblos serranos y cultura al alcance del volante
El puente José Manuel De la Sota brinda panorámicas espectaculares del dique San Roque, un clásico del Valle de Punilla.

Con caminos serpenteantes, sierras imponentes y pueblos cargados de historia, el Valle de Punilla ofrece una de las rutas más pintorescas para recorrer en vehículo dentro de la provincia de Córdoba. Ideal para realizar en uno o dos días, el trayecto une Villa Carlos Paz con La Cumbre, atravesando localidades emblemáticas y parajes naturales que invitan a detenerse y disfrutar.

El recorrido comienza en Villa Carlos Paz, principal centro turístico del valle, donde se puede iniciar la jornada con un paseo por la costanera del lago San Roque o una visita al Reloj Cucú, ícono de la ciudad. Desde allí, tomando la Ruta Provincial 28, se accede a Tanti, pequeño poblado que conserva su espíritu serrano, con arroyos cristalinos, balnearios naturales y la curiosa réplica de la Torre Eiffel como atracción singular.

Torre Eiffel deja Alicia. La compraron y la llevarán a un pueblo del Valle de Punilla.
Torre Eiffel deja Alicia. La compraron y la llevarán a un pueblo del Valle de Punilla.

De regreso a la Ruta Nacional 38, el viaje continúa hacia el norte pasando por Villa Santa Cruz del Lago, donde abundan los parques temáticos y atracciones familiares, como Peko’s y Wave Zone. Quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza pueden desviarse brevemente hacia Estancia Vieja o Cabalango, destinos rurales accesibles por caminos secundarios.

Cinco afluentes cercanos a la capital para refrescarse.
Cinco afluentes cercanos a la capital para refrescarse.

La siguiente parada es Cosquín, ciudad reconocida por ser la sede del Festival Nacional de Folklore. El paseo por su plaza céntrica, la costanera del río Cosquín o la subida al cerro Pan de Azúcar brindan postales serranas inigualables. Más adelante, el camino atraviesa Santa María de Punilla y Bialet Massé, con vistas panorámicas del embalse San Roque y acceso a miradores naturales.

Postales. A cada paso , el camino sorprende con paisajes únicos.
Postales. A cada paso , el camino sorprende con paisajes únicos.

Ya en el corazón del valle, el itinerario llega a La Falda, donde se impone el histórico Hotel Edén, abierto al turismo como museo. Además, es posible visitar el Paseo de los Artesanos o realizar caminatas en el Parque Puma.

Visita al Hotel Edén. Turismo de invierno en la ciudad de La Falda, Valle de Punilla. (La Voz)
Visita al Hotel Edén. Turismo de invierno en la ciudad de La Falda, Valle de Punilla. (La Voz)
Visita al Hotel Edén. Turismo de invierno en la ciudad de La Falda, Valle de Punilla. (La Voz)
Visita al Hotel Edén. Turismo de invierno en la ciudad de La Falda, Valle de Punilla. (La Voz)

A pocos kilómetros, Villa Giardino sorprende con su entorno verde, sus casas de té y la proximidad a la Reserva Natural del Huaico, un refugio de biodiversidad a pasos del camino principal.

El recorrido culmina en La Cumbre, pintoresca localidad de altura, elegida por artistas, escritores y amantes del parapente. Desde el cerro donde se encuentra el Cristo Redentor, se obtienen vistas panorámicas de todo el valle.

Todo el trayecto, de unos 70 kilómetros, puede realizarse íntegramente por la Ruta Nacional 38, pavimentada y en buen estado, lo que permite disfrutar del paisaje sin apuros.

El circuito no solo invita a descubrir destinos turísticos, sino también a conectarse con la identidad serrana, entre callecitas tranquilas, aromas de montaña y una rica oferta cultural y gastronómica.