Fernanda Lucero es una vecina de Tanti que vivía junto a su hijita de 6 años en un colectivo acondicionado con las mejoras que con esfuerzo pudo hacerle hasta que pudiera construir su propia casa. Pero su vida dio un giro abrupto el pasado martes por la noche mientras trabajaba en Carlos Paz.
Resulta que por razones aún desconocidas, el colectivo terminó completamente incendiado perdiendo absolutamente todo lo que tenía dentro, por lo que su situación se tornó desesperante y la mujer no descarta que haya sido intencional.
“El martes a las doce de la noche a mí me informan aquí en mi trabajo que se me había prendido fuego mi colectivo, un colectivo armado para poder vivir adentro. Y no sé quién tuvo semejante maldad de quemármelo, que ahí tenía mis cosas, mi cama, mi ropa, los muebles, la cocina, los juguetes de mi hija. Se quemó todo”, cuenta aún conmovida Fernanda a VíaCarlosPaz.
Fernanda trabaja en Carlos Paz cuidando una persona mayor y también limpia cabañas en la localidad de Cabalango, según nos manifestó, con el objetivo puesto en un porvenir mejor. “Yo estoy trabajando para juntar dinero para poder levantar la pieza y la cocina porque ya había logrado levantar el bañito, y cómo está la economía la verdad que me cuesta bastante”, dice la mujer quien tiene tres hijas, la de 6 que vive con ella y otras dos pequeñas de 12 y 14 años que viven con su abuela a unas pocas cuadras.
En cuanto al siniestro en sí, contó que tras sospechar de que habría sido intencional, se acercó a la comisaría de Tanti “a levantar un acta”, sin embargo, se encontró con una respuesta inesperada: “En la comisaría no tenían impresora asique estoy esperando que me traigan el acta”, agrega la mujer a quien le aseguraron que los bomberos se encargarían de las pericias que confirmarían la causa del terrible incendio.
Ante la pregunta de qué es lo que estaría necesitando con mayor urgencia, la mujer no dudó en contestar: “Poder levantar aunque sea una pieza ya que me quedé sin casa”.
Fernanda vive en un terreno familiar pero había decidido instalarse en un viejo colectivo hasta que las condiciones económicas estuvieran dadas para empezar a construir su propia vivienda. Comenzó por un pequeño baño y con la ilusión de juntar más dinero lo antes posible para levantar una habitación. Hoy, ese sueño se postergó de una forma impensada, y si bien no nos lo pidió de manera explícita, el llamado a la solidaridad es inevitable y más que necesario, al menos, para que pronto vuelva a tener un sitio en donde vivir o recuperar algo de todo lo perdido.
¿Cómo colaborar? Por WhatsApp al 3541-694595 (Fernanda) o llamando al 3541-617700 (mamá de Fernanda).