“Semillitas de Panza Caliente”, el proyecto de una fundación de Carlos Paz que va tomando forma

Panza Caliente y otro gran sueño a beneficio de todas las familias a las que asisten y contienen.

“Semillitas de Panza Caliente”, el proyecto de una fundación de Carlos Paz que va tomando forma
Huerta Comunitaria Semillitas de Panza Caliente, un anhelado sueño que comienza a tomar forma. (Foto: gentileza Cristian Abratte).

La Fundación Panza Caliente, una iniciativa que comenzó hace unos cuatro años como un sueño utópico de una familia carlospacense liderada por Cristian Abratte y Gabriela Barroso, escribe un nuevo capítulo de su ya extenso libro de anécdotas, vivencias, y proyectos pensados y aplicados siempre en pos de todas aquellas familias que lo necesiten.

Es que en las últimas horas, fue el mismo Cristian quien confirmó a este medio que se encuentran viviendo el inicio de un sueño anhelado desde hace tiempo: la “Huerta Comunitaria Semillitas de Panza Caliente”, que como cada una de las iniciativas que se proponen, la realizan en familia y con la colaboración de todas las personas involucradas de cerca con la fundación.

El gran equipo de Panza Caliente, durante el primer día de trabajo en su huerta comunitaria.
El gran equipo de Panza Caliente, durante el primer día de trabajo en su huerta comunitaria.

Es algo que hace rato lo queríamos hacer y no encontrábamos el lugar hasta que Dios puso una gente que nos conoce y nos ha cedido una parte de tierra para poder hacer la huerta comunitaria “Semillitas Panza Caliente”, comienza diciendo Abratte en diálogo con VíaCarlosPaz.

En cuanto a la función primordial de este flamante proyecto, nos cuenta que “es hacer siembra y cosecha para las familias de Panza y tratar de ayudar en esta necesidad que es tan grande, que cada vez tenemos más gente y estamos necesitando de todo”, dice Cristian, quien no deja de mencionar que como fundación continúan soñando a más. “Ojalá en algún momento tengamos nuestro terreno propio, nuestro lugar propio para poder hacer tantas cosas”, agregó.

Cristian y Gabriela junto a "mamás de Panza" en las primeras tareas para la huerta comunitaria.
Cristian y Gabriela junto a "mamás de Panza" en las primeras tareas para la huerta comunitaria.

Con la ayuda de Rocío, una Ingeniera Agrónoma local y con las manos trabajadoras de cada una de las madres voluntarias, e incluso, las de cada uno de los niños y niñas de la fundación, el sueño de la huerta comunitaria este martes comenzó a tomar forma.

“Se nos dio esta oportunidad y no la desaprovechamos. Junto a mamás de Panza Caliente se va a hacer la siembra y la cosecha en este lugar que nos han prestado, y empezar con semillas de estación. Primero tenemos que armar las parcelas, preparar la tierra. Es mucho trabajo que tenemos por delante pero con compromiso y con ganas todo se puede”, completa Cristian.

“No bajar los brazos y soñar a más, sabiendo que la gente nos apoya”, es la frase que Cristian dice en reiterados momentos de la conversación, cansado por la jornada de intenso trabajo pero feliz de que un nuevo proyecto ya forme parte de esta gran familia que trabaja y construye a beneficio de aquellos que más los necesitan.

Cristian Abratte y Gabriela Barroso, los precursores de la fundación Panza Caliente.
Cristian Abratte y Gabriela Barroso, los precursores de la fundación Panza Caliente.

La Fundación Panza Caliente cuenta con un merendero que funciona hace unos cuatro años, primero estuvo destinado a los pequeños de las familias más vulnerables, luego la mesa se fue agrandando y fueron dándole la bienvenida a más personas y hasta a familias enteras de diferentes puntos de Carlos Paz y de localidades cercanas. Convirtiendo esa merienda diaria, en almuerzo y hasta en festejos de cumpleaños y eventos siempre por y para las familias que más necesitan de una mano.

Fundación Panza Caliente en Villa Carlos Paz.
Fundación Panza Caliente en Villa Carlos Paz.

Para seguir subsistiendo, no solamente trabajan a diario para sostener el espacio y las actividades que llevan adelante, sino que también reciben la colaboración de negocios, empresas y de vecinos que con su contribución de alimentos, calzados, ropa, útiles escolares, entre otras tantas cosas, participan de esta iniciativa familiar y solidaria que comenzó como una utopía y que hoy forma parte de la realidad de cientos de carlospacenses que agradecen su inmenso aporte.