Llegaron el fin de semana navideño las intensas precipitaciones que eran tan necesarias en todo el Valle de Punilla.
Sequía y falta de agua
La fuerte sequía y la escasez de precipitaciones, sumado al alto consumo de agua y derroche por parte de muchos usuarios, fueron las protagonistas de los últimos meses ya que todo el Valle de Punilla se encontraba necesitada de lluvias.
El lago San Roque y sus afluentes, junto al Dique Los Alazanes y otros cursos de agua del Valle sufrían una profunda sequía y las precipitaciones eran más que urgentes.
Con las últimas lluvias, los caudales mejoraron notoriamente. En el caso del San Roque, la creciente comenzó siendo de dos metros y comenzó a subir a medida que las lluvias iban en aumento.
Sin embargo, desde el Municipio solicitaron cuidar el recurso vital y recordaron la prohibición de los derroches, tales como el riego, lavado de veredas o autos y sobre todo el llenado de piletas.