Federico Bono fue visto por última vez en Huerta Grande. El hombre había viajado desde Córdoba, ciudad en la que reside hace muchos años, para pasar unos días en la casa de vacaciones que su familia, oriunda de Santa Fé, tienen en la localidad punillese, cuando desapareció misteriosamente sin dejar rastro.
En el último contacto que tuvo con sus cercanos, manifestó un deseo de ir a pasar unos días a la montaña, pero no fue un mensaje concreto. En aquella conversación con su madre, Maria Elisa Yáñez, intercambiaron algunos audios y el hombre le mandó una foto de las plantas que se encuentran en la vivienda.
Federico es un amante de la naturaleza y desde hace mucho tiempo se dedica a plantar especies nativas en la terraza de su pequeño departamento, en el barrio cordobés de Nueva Córdoba. Aunque no terminó la carrera, estudió geología por lo que es un experto en la materia.
Sobre el último día en que lo vieron en la casa de Huerta Grande pocos son los datos que la policía ha podido recolectar. El hombre llegó el pasado 7 de julio a la vivienda vacacional y al día siguiente una vecina alertó a los padres sobre el portón, que se encontraba, raramente, abierto.
Por pedido de los padres de Federico, otro vecino ingresó a la vivienda para ver qué había ocurrido y se encontró las pertenencias del hombre pero sin ningún signo de violencia.
Desde aquel momento nada se sabe de su paradero y se complica la búsqueda, puesto que no existen datos concretos o pistas que puedan indicar que ocurrió.