Con un escenario plagado de tensiones internas y una búsqueda desesperada por recomponer la unidad, la Unión Cívica Radical (UCR) de Córdoba se prepara para llevar a cabo su tradicional encuentro provincial en Villa Giardino, enclavado en el pintoresco entorno de las sierras cordobesas.
Sin embargo, las idas y vueltas han marcado el camino hacia este evento, dejando en evidencia más conflictos que consensos dentro del partido.
Uno de los puntos de atención es la presencia de los principales referentes del partido. Mientras que Rodrigo de Loredo finalmente confirmó su participación en el encuentro, y buscará “desesperadamente” el consenso para la Ley de Bases.
En tanto, la ausencia del presidente del espacio a nivel nacional, Martín Lousteau, resulta notable. Esta situación refleja la disgregación y las divergencias de criterios que caracterizan la actual dinámica partidaria.
Otro aspecto que agita las aguas es la figura de Marcos Carasso, presidente del comité central. Carasso llega al retiro envuelto en denuncias y acusaciones, incluyendo la controversia por su doble candidatura en las elecciones de 2023 (como vicegobernador y legislador), así como señalamientos sobre nombramientos familiares en cargos estatales. La sombra de estas polémicas amenaza con ensombrecer el ambiente del evento.
En medio de este contexto, el encuentro estará marcado por los reclamos de renovación generacional y la urgente necesidad de superar la profunda crisis de identidad partidaria, en un momento político y económico complejo para el país.
La incertidumbre respecto al futuro del partido y la búsqueda de consensos se presentan como desafíos ineludibles para la UCR cordobesa en este momento crucial.