Panza Caliente, la conocida fundación liderada por una familia carlospacense, hace un llamado a la solidaridad en busca de un lugar más amplio en donde acoger a las familias que asisten con meriendas, almuerzos y hasta con clases particulares para los más pequeños, ya que en el sitio en donde están, no les es suficiente el espacio.
VíaCarlosPaz dialogó con Cristian Abratte, padre de familia y mentor de este proyecto que ya lleva unos cuatro años en la ciudad, explicó que “lo ideal sería que alguien nos cediera un espacio”, aunque rápidamente reconoce que el pedido es más que complejo. Sin embargo, apela a la solidaridad de algún vecino que pueda hacerlo, o por qué no, alquilar un espacio de dimensiones considerables a un costo accesible.
“Me gustaría poder tener un galpón con patio” -se ilusiona Cristian pero sin bajar los brazos-. Y sigue: “Porque hoy tengo todos los niños en la vereda y lo ideal sería en Carlos Paz, en algún galpón grande”, dice Abratte quien también aseguró que los precios para alquilar algo con las comodidades que buscan oscilan entre los 100 mil y los 120 mil pesos, “y esa plata no la tenemos”, sostiene.
Esta familia abocada a la colaboración permanente y que asiste a unas 200 familias tanto de Villa Carlos Paz como de otras localidades, aspira a continuar multiplicando dicha ayuda pero les resulta imperioso obtener un espacio más amplio y cómodo, no solamente para cocinar, dar clases particulares, ofrecer meriendas y almuerzos, sino también para compartir momentos recreativos.
“Soñamos a más por todas las actividades que hacemos. Es un lugar de contención, es un lugar donde podríamos hacer muchísimo más pero hoy la capacidad edilicia que tenemos nos limita todo (...) Queremos poder contener a tantos niños cuando llegue el invierno y no tener que darles la leche en la vereda pasando frío. Me gustaría poder tenerlos en un lugar calentito dándole la merienda a esos niños y esos abuelos”, completa Cristian, quien junto a Gabriela y sus hijos, sueñan con un sitio de mayores dimensiones para continuar con esta labor que inició como un humilde proyecto familiar y que se transformó en un sitio destinado a la contención y constante asistencia comprometida para quienes más lo necesitan.
Cabe destacar que gracias al aporte anónimo y desinteresado de muchos vecinos, comercios e instituciones, es que este “sueño” del que siempre hablan sus precursores continúa vigente y multiplicándose día a día.