La ciudad de Carlos Paz vivió este fin de semana un verdadero escándalo en torno al boliche Molino Rojo y su comentada "Fiesta de la Espuma" organizada para las "Promos 2019". Un festejo que fue difundido por redes sociales y que terminó en un caos tanto en el ingreso como el interior del local, con jóvenes que se quedaron afuera pese a tener su entrada en mano, con robo de celulares dentro del boliche y con la seria acusación por parte de padres que aseguran que se les vendió bebidas alcohólicas a los menores.
Durante el transcurso de las últimas horas, Molino Rojo emitió un comunicado de prensa en donde desmiente categóricamente todos los dichos denunciados tanto en redes sociales como en los medios de comunicación.
Por ejemplo, alega que "jamás fue superada la capacidad máxima de público"; que la demora en el ingreso se debió a "un sinnúmero de personas sin la edad suficiente para el ingreso". Además, niegan y rechazan que su personal "haya expendido bebidas alcohólicas a menores de edad"; mientras que aseguran que las entradas vendidas e invitaciones no superaron la capacidad permitida (2.500 personas). Lamentando además, "los disturbios y las molestias que se puedan haber ocasionado", finaliza la notificación.
Por su parte, y en diálogo con VíaCarlosPaz, el Jefe de Seguridad Municipal Rubén García, manifiesta: "No se clausura el local porque desde lo oficial, municipal y policial se han hecho los controles respectivos y todo estuvo en orden".
Y agrega: "Estuvimos presentes con el fin de preservar la integridad de los chicos, porque nos interesa el cuidado de los jóvenes en la vía pública, también controlar el ingreso de personas mayores de 16 años al boliche así como es debido, y que se cumpla con la capacidad máxima que posee el local. Y todas, son medidas que se cumplieron", enfatiza García.
Consultado por las acusaciones referidas a venta de bebidas alcohólicas, García sostiene que en el lugar hubo un inspector municipal a partir de las 2:30 horas de la madrugada, "y mientras estuvo presente, no se constató ni venta de alcohol a menores ni exceso de personas en el interior del boliche".
En cambio, asegura y reitera que "sí se les negó el ingreso a varios menores de 16 años y a algunos jóvenes que ya venían alcoholizados, y que de hecho, fueron asistidos por AMI y personal policial para preservar su estado", explica García.
Y culmina el diálogo, sugiriendo: "Los padres también tienen que aprender a controlar la conducta de sus hijos".
Mientras tanto, padres y familiares de los adolescentes afectados, aseguran que tomarán las medidas necesarias para esclarecer el hecho, y que se encuentran indignados por la situación que ellos sostienen sucedió y que podría haber terminado en tragedia.