Un 24 de diciembre del año 1955, y con capitales argentinos, se inaugura Aerosilla (marca registrada), constituyéndose en la primera telesilla de Sudamérica.
La idea había nacido del imaginario del ingeniero Rodolfo Widner, austríaco, oficial metalúrgico altamente especializado radicado en Buenos Aires. Cuando en sus viajes a Europa, luego de la segunda Guerra mundial, se había relacionado con especialistas en construir "sessellift", traducido como telesilla.
Con el aspecto técnico en vías de solución solo faltaba la conformación de la Sociedad y conseguir los capitales necesarios. Para ello y por intermedio de Federico Block se contactan con José Fernando Olmos y Arnoldo Augusto Nicollier a fin de que se encarguen de los aspectos societarios y la obtención de los capitales necesarios. Fue así como en septiembre de 1954 se forma la sociedad Aerosilla S.A.I.C. con un grupo accionario comprendido por grupos inversores integrados por Block (padre e hijo), Olmos, Witner, Nicollier, Orsi, Rodil y Langhi entre otros. De una inversión total prevista de un millón de pesos, los aportes iniciales fueron: Block e hijo, $80.000; Grupo Santa Fe, $70.000; y Rodolfo Widner, $50.000.
Las obras se iniciaron en 1955 con planos adquiridos en Austria, partiendo del perfil de cerro elegido.
Otro dato sobresaliente es que todo se construyó en Argentina, excepto las grampas para sujetar las sillas, dada su especialización. Las piezas especiales o voluminosas se derivaron a talleres de Buenos Aires y Córdoba, en el pueblo se contó con el invalorable aporte de la Tornería Gasparetti. Los elementos para las bases y las torres se subieron a lomo de burro y el cable se tendió con equipos llevados a hombro.
Así las cosas, el costo previsto de un millón de pesos quedó totalmente desvirtuado, llegando finalmente a los dos millones y medio. Así fue que posteriormente y por razones societarias se fueron agregando otros grupos accionarios como las familias Cardín, Rodríguez, Ronchi, etc.
La renovación de 1980 .Próxima a cumplir sus 25 años de vida era necesaria su renovación no solamente para mantener los cánones de seguridad sino también para adaptarse a la nueva tecnología existente en el mundo sobre estos sistemas de elevación.
Fue por eso que en el año 1980 se debió renovar totalmente el sistema, reemplazando las sillas individuales por biplaza. Estas reformas se adquirieron llave en mano a la firma Pomagalsky S.A. quienes establecieron un tiempo record de instalación de 30 días, en septiembre.
Se instalaron 5 torres intermedias, en lugar de las 7 anteriores, aumentando la capacidad a 300 pasajeros por hora. Y un dispositivo que funciona basándose en un cable portante-tractor de acero de 25 milímetros de diámetro y 900 metros de longitud con un motor de 40 CV eléctrico, a una velocidad de un metro y medio por segundo. Posee un equipo hidráulico de tensión, a fin de mantener constante la altura de cada silla con respecto a la superficie del terreno.
Hoy en día, sin dudas, la Aerosilla mantiene vivo su interés y consolida su atractivo dentro de la variada oferta que tiene Carlos Paz para el turismo.