Durante los primeros días de abril quedó formalmente inaugurado el flamante puente José Manuel De la Sota, que une la autopista Córdoba - Carlos Paz con la comuna de San Roque, en el turístico valle de Punilla.
Desde esas alturas, sin dudas que la vista hacia el lago San Roque es imponente, subyugante y enamoradiza, y ya hubo una pareja de visitantes que inauguraron allí un ritual que comenzó hace años en puentes sobre ríos europeos: "candados de amor".
En las primeras imágenes que se conocieron y viralizaron, aparecía un candado perfectamente cerrado en uno de los tensores de acero, que fortifican y aseguran el puente de más de 300 metros de largo.
Es que se conoce como "candados de amor" a los candados colocados en un puente, cerca, puerta, o accesorio público, significativo para una pareja enamorada, para simbolizar su unión.
No obstante, en varios países se realizaron "limpiezas" de esos puentes, por el peso innecesario que generan los candados sobre las estructuras.
En algunos casos se escriben sobre el candado los nombres o iniciales de los integrantes de la pareja, y una vez cerrado el candado, se tira la llave para simbolizar el infinito amor.
Se cuenta que la tradición empezó a principios de este siglo en Roma, en el Puente Milvio donde las parejas colocaban candados en las farolas.
Y al poco tiempo esta particular forma de manifestar el amor llegó a París, en los muchos puentes que tiene la ciudad francesa. Sobre todo, uno de ellos, cuando se mira a lo lejos, parece un gran rectángulo dorado junto al rio Sena. El puente de París al que los enamorados van a poner los candados se llama Pasarela Léopold Sédar Senghor (también conocida como Pasarela de Solferino).