Jeremías, el bebé que fue mal diagnosticado por una médica de guardia en el Hospital Municipal de Carlos Paz, ya está dando sus primeros pasos y signos de mejoría.
Se trata de un pequeño de tan solo 2 años, que tras ser diagnosticado y medicado solo con Ibuprofeno, el niño empeoró sus síntomas dejando en evidencia su verdadera dolencia: un síndrome nefrótico.
Es una enfermedad provocada por el mal funcionamiento de los riñones, derivando en hinchazón en todo el cuerpo, fiebre, retención de líquidos y sin la posibilidad de despedirlos.
Desde hace una semana, Jeremías se encuentra internado en terapia intermedia en el Hospital de Niños de Córdoba y atendido por profesionales de la salud especialistas en neonatología.
Que luego de una cirugía por una peritonitis primaria provocada por la misma enfermedad y después de pasar los primeros días de un postoperatorio doloroso y extenuante, hoy el bebé ya muestra sus primeros pasos y signos positivos de una favorable evolución.
Empezó a comer, de a poquito a caminar en la misma habitación, este martes despertó más deshinchado y ya se comunica cada día más, con sonrisas que llevan alivio a su mamá Leila, a su papá Ulises y a toda su familia que espera ansiosa su pronta recuperación.
Gracias al apoyo de sus padres, de la dedicación y predisposición de los médicos y a la inmensa fuerza de voluntad de Jeremías, es que hoy la historia puede ser contada con una esperanza sincera y factible de progreso clínico.
¿Se podría haber evitado?
Tal vez la enfermedad no, pero sí se podría haber anticipado, atendido con mayor premura y no dejar que llegara a tan peligroso extremo.