Santiago Isla tiene 8 años y observa atento en la placa, el nombre de su bisabuelo Miguel Isla, salvado entre pocos de la muerte en el cañadón del estancia "Bella Vista" aquel trágico 2 de diciembre de 1921.
El niño cuenta sorprendido a integrantes de la Comisión de Resguardo del "Cañadón de los Muertos" , a sus docentes y a sus compañeritos que ahí estuvo su bisabuelo.