La puesta en "pausa" (stand by) del único equipo que la empresa petrolera china Sinopec, tiene en yacimientos de Santa Cruz, generó malestar en el gobierno santacruceño desde donde reclamaron el "cumplimiento" de acuerdos.
Desde el Instituto de Energía de la provincia se advirtió a la empresa que "no se va a permitir el incumplimiento del acuerdo de productividad".
"Atento a verificar el cumplimiento de los compromisos asumidos por las diferentes empresas que operan en territorio santacruceño, el Instituto de Energía de Santa Cruz manifestó su preocupación por la puesta en Stand by del único equipo de perforación que Sinopec había puesto en funciones con la finalidad de cumplimentar el plan oportunamente presentado a la provincia", sintetiza el comunicado de prensa.
Desinversión
Desde el organismo se recordó que durante el año pasado y en sucesivas reuniones entre las autoridades provinciales, la empresa y los gremios, se le exigió a la compañía de capitales chinos que debía comprometerse en revertir la pronunciada curva de desinversión en la que se hallaba sumida.
Según se precisó desde el IESC "en diciembre pasado", la empresa de capitales chinos informó que iniciaría una campaña de perforación de pozos petroleros en el marco de un "acuerdo de productividad", utilizando para tal fin un equipo de drilling y uno de workover, con el objetivo primordial de incrementar rendimiento de los yacimientos que opera y hacer viables de ese modo los proyectos de inversión en la zona de la Cuenca San Jorge. Habiendo transcurrido prácticamente un mes de la firma de dicho acuerdo, que contemplaba que durante 2019 la compañía realizaría más de 20 perforaciones e intervendría 64 pozos, las autoridades del IESC tomaron conocimiento de que ese único equipo de drilling se encuentra actualmente parado. Esta situación puso en alerta al gobierno provincial, que ahora analiza medidas para condicionar a la petrolera.
Vale recordar que desde el 2016, la empresa china amenaza con retirarse de los yacimientos de Santa Cruz, aduciendo que existía una alta conflictividad sindical y los precios internacionales del barril de petróleo crudo. Pese a todo, luego de largas negociaciones la empresa china aceptó las condiciones y se comprometió a invertir, no obstante la realidad demostró lo contrario.
