Argumentaron que es perjudicial para la salud tanto de personas como de los animales, se unieron a la norma que, a fines de noviembre la Cámara de Diputados aprobó por mayoría.
Esta medida se suma a las ya tratadas y aplicadas en ciudades como Río Gallegos, Caleta Olivia, El Calafate, El Chaltén, Río Turbio, Pico Truncado o Puerto San Julián, que según cada caso, regulan el uso y comercialización o bien prohíben el uso de la pirotecnia.
La ordenanza deseadense se fundó en atender la salubridad y el bienestar de la sociedad, considerando que el uso de pirotecnia y cohetería tanto legal como clandestina es una actividad de alto riesgo dado los numerosos accidentes y prejuicios que éstos ocasionan.
Asimismo, exponen que la peligrosidad radica que en supone resido como la eyección de chispas, partículas y escorias calientes, elementos cortantes y penetrantes, restos del contenido por llana o explosión, y que puede provocar incendios o daños a la persona.
Ante esto rememoraron que en la localidad, en el año 2003, una bengala provocó el incendio del techo del Hospital Zonal de Puerto Deseado.