El referente de la Federación de Instituciones Agropecuarias, Miguel O'Byrne, expresó que "la declaración de la emergencia agropecuaria en Santa Cruz era muy necesaria".
Se trata de la firma del Decreto N° 950/20, que establece la emergencia agropecuaria para todos los departamentos de la provincia. Lleva la firma de Alicia Kirchner y el ministro de Economía, Ignacio Perincioli, y ratifica la Resolución Nº 0320/20 del 4 de agosto dictada por el Consejo Agrario Provincial (CAP). El mismo tendrá vigencia hasta el 31 de julio del próximo año.
Se informó que la resolución fue adoptada a partir de un trabajo conjunto con los productores y los relevamientos que se hicieron a través del CAP y del INTA tras el impacto sufrido por el campo ante las intensas nevadas y las temperaturas extremas bajo cero con las que azotó este invierno.
En este aspecto, cada establecimiento deberá solicitar su certificado de emergencia agropecuaria, el que obtendrá una vez realizada la "evaluación y posterior calificación de los daños sufridos por cada propiedad rural".
Esto permitirá que, a través del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se habilite una línea de asistencia financiera al sector. Desde el CAP se indicó que se gestiona la llegada de 15 millones de pesos.
O´Byrne indicó que la medida salió rápido y ya está hablada con la Nación para que apenas llegue al ministerio se le dé un pronto despacho. Aquí, valoró la gestión de Provincia y manifestó que aunque la nevada comenzó en junio, “en ese momento no se esperaba que durara tanto tiempo”.
Situación crítica
El informe realizado por el INTA, describe el complejo panorama que afronta la actividad ganadera a causa de las fuertes inclemencias del invierno. La situación "es critica a muy crítica", principalmente en el Noroeste de Santa Cruz (lago Buenos Aires), donde el crudo invierno se sumó al impacto de la plaga Tucura Sapo y la sequía del año anterior.
En varios departamentos la nieve llegó a cubrir más del 90% de la superficie. "No es que la caída de la nieve fuera una novedad. El problema principal fue que se mantuvo congelada por mucho tiempo", dijo O' Byrne, y eso "provocó que los animales no pudieran alimentarse".
La mortandad por inanición e hipotermia es la primera consecuencia, pero la afectación no termina allí. "Si los animales no comen, la lana se debilita y pierde su valor". En tanto que las madres "que hoy se encuentran en la última fase de la preñez, requieren el doble de alimento de lo normal. No tenerlo implica que el cordero puede nacer muerto y la oveja también puede perecer". Y la mortandad de animales, necesariamente, impactará en la industria frigorífica, que también verá las consecuencias cuando comience la zafra.
El titular de la FIAS admitió que el monto que puede llegar ($ 15 millones) en realidad es insuficiente. "Para alimentar un mes al ganado se requeriría de unos $ 50 millones. Para eso se trabaja para lograr alguna línea de crédito a tasa blanda, a pagar a un año, que permita paliar este momento", destacó.
