Un total de 1.100.000 alumnos que tuvieron trayectorias discontinuas en 2020 por la pandemia de coronavirus regresaron este miércoles a las escuelas bonaerenses para poder recuperar contenidos, antes del inicio formal de las clases presenciales en marzo.
“Hoy empezaron las clases con presencialidad de 1.100.000 estudiantes que se llevaron una materia o que tienen que reforzar algún contenido”, explicó el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, durante una conferencia que encabezó en La Plata junto a la directora general de Cultura y Educación, Agustina Vila.
El gobernador planteó que mientras la ciudad de Buenos Aires tiene 600 mil estudiantes, en la provincia entre el 1° y el 8 de marzo “volverán a la presencialidad cuidada y segura 4.150.000 alumnos y alumnas de inicial, primaria y secundaria”.
“En todo CABA hay 3 millones de personas. Sólo los alumnos de la provincia son más que toda la población porteña”, añadió.
Kicillof expuso que, desde el Ejecutivo bonaerense, se trabajó para que el retorno a las aulas se lleve a cabo “con responsabilidad y sin marketing”, con el objetivo de “asegurarle a este universo tan amplio que trabajamos desde octubre en el protocolo elaborado con trabajadores de la educación, especialistas, expertos en salud, gremios y directivos para tener presencialidad cuidada”.
Luego, manifestó que al tener que respetar la distancia de un metro y medio entre bancos para evitar contagios de coronavirus “no entra la misma cantidad de alumnos en el aula y por eso hay que usar otros espacios”.
“Aun así, no caben la misma cantidad de chicos y por eso, para poder mantener distancia hay que hacer algún tipo de alternancia”, puntualizó el mandatario bonaerense.
Según Kicillof, “entre el 25 y el 30% de las escuelas -por sus instalaciones- pueden tener un ritmo mayor e ir todos los días todas las semanas”, y apuntó que, en aquellos establecimientos donde no exista el espacio suficiente o las condiciones para una ventilación adecuada, habrá que alternar “para que no haya aglomeraciones”.
“En esos casos, será una semana sí y otra no, para asegurar un aislamiento que evite contagios si aparece un caso. Eso dependerá de cada establecimiento y cada aula”, graficó y celebró que el comienzo de clases ocurra en un contexto de reducción de contagios.
“La presencialidad es algo esencial que buscamos hace rato y para lo cual se hizo un trabajo inmenso, por eso lo festejamos”, remarcó.
Por otro lado, contó que “unas 2.830 escuelas tienen sus obras terminadas para que no haya problemas con el gas o las instalación eléctrica porque cuando las recibimos no estaban en condiciones”.
En ese sentido, Vila manifestó que “hoy comenzó en la provincia el proceso de intensificación de saberes para chicos que tienen trayectorias discontinuas o en proceso”.
La ministra detalló que se desarrollará en horario complementario al escolar y culminará el 31 de marzo “salvo para las y los alumnos de 6to. año del secundario, para quienes se extenderá hasta el 30 de abril”.
“Al finalizar esa instancia, habrá nueva evaluación. Quienes requieran acomodamiento, tendrán apoyo personalizado en horario complementario durante todo el año”, añadió.
La ministra contó que ese millón de alumnos de nivel primario y secundario que este miércoles retornaron a las aulas, lo hicieron “con uso de barbijo, con ventilación adecuada y distancia social”, lo que “garantiza el regreso seguro y cuidado a las escuelas”.
“Estamos trabajando en todas las escuelas para que el 1° comiencen las clases en la primaria y el 8 en la secundaria”, agregó y planteó que “muchas escuelas requerirán la división de grupos, para lo cual se adoptó una modalidad combinada por alternancia semanal”.
Por otro lado, subrayó que los insumos de higiene, limpieza, desinfección, máscaras y barbijos “se están recibiendo en estas horas o ya se recibieron” y adelantó que la provincia mantendrá una “mirada atenta respecto de lo epidemiológico, acompañando a cada escuela para identificar casos sospechosos”.
Con información de Télam.