El Ministerio de Educación porteño informó las nuevas condiciones que deberán cumplir las familias porteñas que quieran mantener su plan social. Los estudiantes beneficiarios de este subsidio deben estar considerados como “alumno regular” y para eso será obligatorio asistir en cada bimestre al 85% de los días de clase.
No podrán tener más de 25 inasistencias injustificadas a lo largo del año.
Esta disposición podría afectar a las familias beneficiarias del programa social Ciudadanía Porteña, que reciben un monto adicional por cada menor en el hogar que esté escolarizado para poder cobrarlo.
Para verificar la asistencia efectiva de los chicos a la escuela, el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad será el encargado de realizar el cruce de datos con las nuevas bases de presentismo del Ministerio de Educación.
Si el Ministerio de Desarrollo encuentra casos que presenten irregularidades, se comunicarán con la familia para entender la situación e intentar que el menor retome sus estudios. De manera paralela, la cartera educativa se pondrá en contacto con la escuela para trabajar en nuevas oportunidades dentro del aula.
La preocupación por la ausencia en las aulas de la Ciudad
El jefe de gabinete, Felipe Miguel, señaló: “No alcanza con que las escuelas estén abiertas, los chicos tienen que asistir a clases. En base a un seguimiento permanente que hacemos de los estudiantes, detectamos que un tercio faltaba más de cinco días al mes. Por eso, redefinimos los criterios de regularidad y establecimos que a los padres que reciban asistencia social y no manden los chicos a las escuela, le vamos a suspender el subsidio. Esto no es para excluir ni para castigar, se trata de establecer reglas claras para que los chicos y sus familias se comprometan con la asistencia a clases”.
La medida surgió debido a las altas tasas de ausentismo que encontraron en las escuelas. Con el nuevo sistema de gestión, detectaron que en los jardines y primarias públicas el 30% de los alumnos faltó al menos una vez por semana en el primer cuatrimestre. Más aún, el 16% se ausentó 7 días o más por mes.
Por su parte, Soledad Acuña, ministra de Educación de la Ciudad agregó: “Antes de la pandemia en los directivos había una preocupación grande por el ausentismo. Después de la pandemia comprobamos que se profundizó el problema. Hay lo que llamamos un presentismo intermitente, que va de la mano con la pérdida de los hábitos de estudiante que ocurrió con el cierre de escuelas. Que el chico vaya todos los días a clase es parte de volver a generar rutinas, de generar aprendizajes más robustos”.