Uno de los propietarios de la tradicional cadena de restaurantes "Manolo" fue asesinado este martes a balazos en un edificio de la ciudad bonaerense de Mar del Plata por su exsuegro, quien se quitó la vida de un tiro en el pecho con la misma pistola. Lo cierto es que se conocieron detalles producto de la investigación.
El empresario Juan Manuel Santurian (63) recibió al menos tres disparos efectuados a corta distancia por Miguel Ángel García (70). Según las fuentes, el hecho ocurrió en el edificio Boghoss II, ubicado en avenida Libertad 3302, en la zona de La Perla, en el macrocentro marplatense.
El fiscal de la causa, Alejandro Pellegrinelli, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 de Mar del Plata, estuvo presente en el lugar y aseguró que, de acuerdo a los primeros peritajes de Policía Científica, quedó claro desde un comienzo que se trató de un homicidio seguido de suicidio presuntamente vinculado a cuestiones familiares.
Si bien en términos procesales no hay imputación posible por el tipo de hecho, la relación preexistente entre ambos será materia de investigación, así como los detalles de la mecánica del hecho.
El empresario también tenía en marcha una importante inversión en la zona de Constitución y había sido, además, el constructor del edificio Boghoss II donde fue asesinado, una torre vidriada de quince pisos con vista al mar en sus plantas superiores.
Según los peritajes realizados en el lugar y el análisis de las cámaras de seguridad del edificio, el hecho comenzó cerca de las 8.30 de este martes en la zona de garajes, donde García esperó que apareciera su exyerno dentro de una Peugeot Partner de su propiedad.
Santurian abandonó su departamento del primer piso, se dirigió a la cochera subterránea y, antes de abordar su camioneta Mercedes Benz estacionada allí, fue atacado por su exsuegro con una pistola calibre 40, marca Tanfoglio.
Tras matar a su yerno, el agresor caminó unos tres metros y se disparó un tiro en el pecho con su mano derecha, a raíz de lo cual, el cuerpo quedó tendido de costado, contra una de las paredes de la cochera y el arma a su lado.
Los investigadores determinaron que Santurian estaba en proceso de divorcio con su exmujer y sospechan que ese pudo haber sido el motivo que llevó al agresor a cometer el crimen. No obstante, los investigadores no descartaban la existencia de diferencias en torno al departamento que habitaba el homicida, quien estaba jubilado.
Según los investigadores, la mujer había sido empleada de "Manolo", donde conoció a la víctima y con quien tuvo una hija, actualmente de 14 años.
