En un proceso judicial que marcará un antes y un después en el país, este martes por primera vez en la historia de la Justicia argentina un policía de la Ciudad comenzará a ser juzgado por gatillo fácil.
Se trata de Adrián Gustavo Otero, bombero de la policía de la Ciudad de Buenos Aires que permanece procesado y en prisión preventiva por el asesinato de Cristian "Paragüita" Toledo. En consecuencia, en el día de hoy el efectivo afrontará los cargos de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego y abuso de su condición de integrante de una fuerza de seguridad" contra".
La vida de Otero dio un giro rotundo el 15 de julio de 2017, cuando "Paragüita" y dos amigos, Dani y Carlitos, volvían de bailar en auto. A raíz de una discusión de tránsito, Otero -portaba su arma reglamentaria y no estaba cumpliendo funciones- los persiguió y disparó contra los tres chicos.
El bombero impactó ocho balas en el vehículo que viajaban los jóvenes, una de las cuales llegó al tórax de Toledo y le causó la muerte casi inmediata. Dani y Carlitos, inicialmente acusados por robo, fueron liberados y hoy son querellantes en la causa, junto a Leónidas Medina.
"Otero hizo lo que siempre están acostumbrados a hacer: sacar su arma reglamentaria y disparar para matar a la persona que tiene enfrente. En este caso se llevó la vida de Cristian pero también trató llevarse la vida de Dani y de Carlitos", sostuvo este lunes Micaela Corzo, abogada de la causa, durante una conferencia de prensa realizada en Télam.
En ese mismo evento, la madre de la víctima convocó a acompañar en la audiencia: "Los invito para que me acompañen. Que se haga justicia porque la vida de mi hijo nadie me la devuelve. Para que no pase más. Se supone que la policía nos tiene que cuidar. Salimos a la calle a luchar porque no voy a dejarlos en paz hasta que se haga justicia".
Por su parte María del Carmen Verdú, abogada miembro de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), sostuvo: "Es el primer juicio en el cual hemos logrado sentar en el banquillo de los acusados a un integrante de la Policía de la ciudad". Y agregó: "Antes de haber cumplido un año de existencia ya tenían registrado 24 hechos de gatillo fácil. Uno de esos primeros casos fue el de Cristian el Paragüita Toledo".