Cecilia Pando, la titular de la Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos, fue contratada por el colegio Francesco Fàa Di Bruno, ubicado en Palermo, para dar clases a alumnos de séptimo grado. Sin embargo, dos días más tarde fue desafectada debido a las quejas de los padres y la comunidad educativa.
"Los intolerantes de siempre están difundiendo que la 'defensora de los genocidas' como ellos me llaman está trabajando. Yo voy a enseñar, no voy al colegio a hacer política, no mezclo las cosas. Trabajo con chicos, no los adoctrino como hacen otras organizaciones", afirmó.
Una de las críticas más grandes fue la de CTERA: "Repudiamos la designación de la defensora de genocidas Cecilia Pando en una escuela primaria". Además, desde allí dieron a entender como una "provocación" que se la designe días antes del 24 de marzo, cuando se cumplirán 42 años del golpe de estado.
Desde el colegio le explicaron que no conocían el alto perfil político de Pando y que su postura no coincide con los valores que busca transmitir la escuela. "De ahora en más me abocaré a a ampliar la eficacia del protocolo de selección de todo el Personal del Colegio", afirmó Andrea M. de Vega, representante legal de la institución.