La Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la condena de siete años de prisión para un camillero del Hospital Cosme Argerich que en 2011 violó a una embarazada que había llegado al centro asistencial para ser atendida por una descompostura.
La resolución fue firmada por la sala II de la Cámara de Casación que ratificó el fallo dictado hace casi tres años por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 18 que condenó al camillero identificado con la iniciales S.T.B. por el hecho registrado el 10 de febrero de 2011.
En esa oportunidad, la mujer de 26 años y residente de Quilmes tenía un embarazo de siete meses cuando, debido a una descompostura, se presentó poco antes del mediodía en el hospital público situado en el barrio de La Boca.
Según consta en el fallo, allí fue recibida por el camillero, entonces de 42 años, quien se ofreció para llevarla a uno de los consultorios del hospital, pero que, de acuerdo con la denuncia y la conclusión de los jueces, aprovechó para mantener relaciones sexuales en un ascensor utilizado para el traslado de camillas.
En su indagatoria, el camillero negó que haya existido violación y aseguró que en realidad hubo sexo consentido, ya que se lo había propuesto a cambio de dinero, pero que como los 10 pesos que le entregó le parecieron poco, porque pretendía el doble, la mujer le advirtió: "vas a ver lo que te va a pasar".
Para sostener que hubo una relación sexual consentida, la defensa mencionó el avanzado estado de embarazo que llevaba la mujer al momento del hecho, que nadie la escuchara gritar y que no registraba lecciones.
La denunciante, en cambio, aseguró que intentó zafar de los brazos del imputado y le decía que no necesitaba "mimos" y que no reaccionó de otra manera porque quedó en "estado de shock" debido a que cuando era menor de edad fue abusada por un familiar.
Tras evaluar el fallo del tribunal oral y los elementos de prueba, entre ellos testimonios e informes de peritos, la Sala II de Casación afirmó que "la tesis según la cual le ofreció sexo a cambio de dinero no sólo no fue corroborada, sino que ha sido absolutamente desacreditada".
Agregó que la defensa "tampoco ha logrado poner de resalto en qué se habría modificado la solución adoptada en el caso", que la mujer fuera una prostituta, porque "se trata de un dato que no posee relevancia alguna a la hora de juzgar un hecho de abuso sexual con acceso carnal".
Los camaristas Daniel Morín, Eugenio Sarrabayrouse y Horacio Días descartaron también que fuera "una venganza de la mujer por su disconformidad con el dinero" que, según la defensa, recibió.