La Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), a cargo del fiscal federal Santiago Marquevich, presentó el informe de gestión y desempeño de la unidad, donde se detalla la información recopilada a partir de los 432 casos de secuestros extorsivos ocurridos en todo el país entre junio de 2016 y junio de 2019, que involucraron a 538 víctimas.
En ese sentido, el territorio porteño y la Provincia de Buenos Aires es el más sensible en relación a ese tipo de delitos, ya que se registraron 411 casos, lo que representa el 95,13% del total a nivel nacional.
El balance indica que, entre junio de 2016 y junio de 2019, fueron 225 en 2016, 185 en 2017, 111 en 2018 y 25 hasta junio de este año. Si se tiene en cuenta también 2015 -año para el que se registraron 294 episodios-, puede observarse una disminución de las cifras sostenida hasta la actualidad.
Luego de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, le siguen Córdoba y Santa Fe con seis hechos cada una; luego Mendoza con tres casos, Misiones con dos hechos y, finalmente, las provincias de Entre Ríos, Formosa, Salta y Tucumán registraron un caso cada una.
Además, de acuerdo al documento, durante los últimos años han variado las características y modalidades en que se desarrollan los secuestros extorsivos. Así, entre los años 2002 y 2005 era más usuales los hechos en los que las víctimas permanecían cautivas entre una semana, quince días o incluso más de un mes y se exigían altas sumas de dinero para su liberación, al tiempo que las negociaciones se hacían a través de llamados telefónicos espaciados.
Sin embargo, el análisis de los hechos ocurridos entre 2016 y 2019 evidencian que la modalidad ha mutado a la del denominado “secuestros exprés”, donde la víctima permanece privada de su libertad entre una y seis horas y la mantienen cautivas en vehículos y negocian los rescates –que incluyen dinero y objetos de valor- a través del propio teléfono celular de la persona secuestrada.