En el marco del desalojo de la casa de la familia Soriani que fue tomada por la comunidad mapuche el jueves de la semana pasada, en el Foyel, los jóvenes contaron cómo se sintieron al momento de enterarse que sus tierras habían sido invadidas y cómo continuó la situación.
"Gracias a dios estabamos en la casa", comenzó relatando Martín Soriani en diálogo con TN. "El peor momento fue cuando quise entrar a la casa y había troncos en la entrada".
No obstante, segundos después, el dueño de las tierras contó el segundo peor momento que vivió sobre la situación: "Fue cuando el fiscal nos puso a la par de esta gente y nos pidió los papeles del hogar y nos tomó como que no nos creía nada. Después, el fiscal nos pidió disculpas".
Luego agregó: "No veíamos venir esto, salvo que ya teníamos un problema una vez con un comentario de gente que se quería meter y estuvimos alerta un mes y medio pero nunca creímos que iba a pasar y de la manera que pasó".
No obstante, Debora, otra de las dueñas del terreno sostuvo que "gracias a Dios todo salió bien", y que si bien hay dos versiones sobre el hecho "ellos", en referencia a la comunidad, "tienen otra visión de la situación".
"Hay que escuchar las dos campanas. Ellos deben tener sus versiones y nosotros sabemos que estamos por el camino correcto. Ellos no ven la Argentina como la Argentina. No forman parte del país según lo que ellos dicen. No se rigen por las leyes Argentinas". Además agregó que lo ideal es que "se pongan a trabajar. Nosotros tenemos lo que tenemos porque hemos trabajado."