En el marco de la pandemia de coronavirus, continúan los problemas en Bariloche por la toma de tierras en Frutillar Norte. Quienes ocuparon el territorio aguardan por una mesa de diálogo.
Según informó el portal Bariloche2000, las familias que se instalaron en el barrio pusieron carpas chapas y hasta pedazos de nailon. Agustín, uno de los jóvenes que está en el lugar desde hace tres días, reconoció que están "buscando una solución a nuestros problemas más allá del frío y de la pandemia". Es empleado de la construcción y perdió su trabajo durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
"Fui millones de veces a Tierra y Vivienda, al municipio, intenté comunicarme con Gennuso y con algunos diputados. Nadie me dio una solución, todo lo contrario", disparó Agustín, que aclaró que no quieren "nada gratis".
A su vez, criticó la postura del presidente del Instituto de Tierra y Vivienda, José Mella, al que cruzó luego de denunciarlos en la policía. "No fue capaz de venir a preguntar qué estaba pasando", criticó.
Agustín también hizo referencia al intento de desalojo que realizaron efectivos policiales durante la noche del pasado lunes 15 de junio.
"Me comprometí a que nadie se iba a meter", apuntó el joven y reflexionó: "No es de nadie personal, sino que es del Estado".
Con respecto a la toma de los terrenos, Agustín admitió que se trata de "una pelea de pobres contra el Estado, porque vienen cobrando el sueldo quedándose en sus casas y no te dan una solución".
Dentro de los que lideraron la toma de terrenos se encuentra César González, que en febrero de este año también intentó quedarse con tierras del barrio San Francisco IV. "Me hago responsable, estuve en las tomas pero nadie dijo 'esto es tuyo'", expresó.
"Estuve preso una semana y media. ¿En qué momento tuve terreno? No me dieron nada, sino no estaría acá. No hubo solución conmigo ni con la otra gente. Nos juntamos, nos organizamos y acá estamos", sentenció el hombre.