El Superior Tribunal de Justicia (STJ) de la provincia desestimó un recurso de casación que había presentado el defensor particular del oficial de la Policía de Río Negro, Federico Valenzuela Campos y confirmó su sentencia a 2 años de prisión en suspenso y 4 años de inhabilitación para ejercer cargos públicos, por el delito de abuso de autoridad.
Campos fue condenado junto con el sargento Néstor Meyreles, el 3 de abril pasado por la Cámara Criminal Primera de Bariloche. El tribunal de juicio declaró a los dos efectivos policiales autores penalmente responsables del delito de abuso de autoridad. El 15 de julio de 2016 acordaron activar una línea de teléfono a nombre del policía Lucas Muñoz, que había desaparecido el día anterior, sin autorización judicial.
Campos cumplía funciones en la comisaría 42 del barrio 2 de Abril de Bariloche y llamó ese día a Meyreles que estaba en Catriel. La línea la activó el dueño de una agencia de Catriel, que era conocido de Meyreles. Esa maniobra generó que los investigadores desviaran la atención hacia el Alto Valle, porque pensaron que Muñoz estaba por esa zona.
El defensor particular del imputado interpuso un recurso de casación para que el STJ revisara el fallo condenatorio. Sin embargo, el juez Sergio Barotto redactó el voto que sostiene su fallo y al que sus pares Liliana Piccini y Ricardo Apcarian adhirieron. En cambio, los jueces Enrique Mansilla y Adriana Zaratiegui se abstuvieron.
Barotto recordó que la defensa del policía condenado por abuso de autoridad cuestionó que el tribunal de juicio no permitió la designación como co-defensor del abogado Rodolfo Rodrigo, lo que vulneró el derecho de defensa. Por otra parte, el defensor advirtió que el delito atribuido a Valenzuela Campos se cometió en Catriel y no podía ser juzgado en Bariloche. Cuestionó además que el tribunal prescindió de prueba decisiva o la interpretó arbitrariamente.
Mencionó la negativa a proveer el peritaje que habría demostrado el intercambio de mensajes de "WhatsApp" entre Campos y dos oficiales de la Comisaría Segunda de Bariloche. También planteó que si el suboficial "se metió a investigar cosas que no le correspondían, o sea, sobre lo que no tenía autoridad, es absolutamente imposible que haya abuso de (ella)".
Por todo esto pidió que se anule la sentencia o que se declare la incompetencia del juez de Bariloche, se ordene remitir la causa al magistrado competente y se absuelva a su cliente. Barotto desestimó cada uno de los planteos al reafirmar que las llamadas telefónicas iniciaron un operativo irregular en la investigación de la desaparición de Muñoz, se hicieron en Bariloche. Por eso, es correcto que haya sido juzgado por un tribunal de esta ciudad.
Respecto al peritaje de un celular, el juez del STJ dijo: "La demostración de tales circunstancias mediante la producción de la prueba denegada no eximiría de responsabilidad" al acusado, porque "la diligencia de investigación telefónica efectuada por los acusados debió ser autorizada por el Juez, o en su caso el Fiscal, con autorización de aquel, bajo pena de nulidad manifiesta". Por eso, Barotto entendió que hubo abuso de autoridad por parte de los acusados. Según publicó Río Negro.